Alan's Phobia

Capitulo 35

A la mañana siguiente Alan regresa a la oficina acompañado de su padre. Michelle también va en dirección a la oficina, apenas a dormido en toda la noche, no para de darle vueltas a la conversación que mantuvo con Erika ayer. Debe hablar con Alan y tiene que hacerlo lo más pronto posible. Si quiere empezar bien su relación con Alan deberá ser totalmente sincera. Todo este tiempo que ha estado con Alan lo ha conocido lo suficiente como para saber lo que valora que la gente que está a su alrededor sea sincera. 
Como cada mañana desde hace unas semanas Michelle es llevada a la peluquería de Paul para prepararla para la campaña de perfume Iris. Mientras Alan enseña la oficina a su padre:

- Mira papá, - Dice Alan mostrando el estudio fotográfico donde pasa la mayor parte de las horas que está en la oficina. - aquí es donde trabajo. Parece un lugar simple, pero con la luz adecuada y el decorado perfecto puedo hacer grandes cosas.

- Estoy deseando verte trabajar. - Dice George.

- Y yo estoy deseando terminar con este trabajo. - Dice Nathan entrando en el estudio.

- Nathan, buenos días.

- Buenos días George, ¿Estas listo para ver en acción a tu hijo?

- Si.

- Bien, en unos minutos traerán a Michelle para hacer las últimas fotos. ¡Ah! Alan no olvides que mañana tenemos la fiesta de presentación del comercial en casa del señor Harris. George, espero que nos acompañes.

- Descuida, allí estaré.

- Bien, me tengo que ir, mi madre me ha llamado para no se qué asunto con mi hermana. Alan no te olvides de mandarme las fotos por correo.

- Te las haré llegar cuando estén listas.

Michelle entra en el estudio perfectamente vestida y maquillada para la sesión. George la observa asombrado.

- ¡Valla Alan, eres un afortunado, esa mujer es preciosa!

Michelle se acerca a Alan, necesita hablar con el urgentemente.

- Michelle, estás guapísima. Paul te ha dejado impresionante. - Dice Alan.

- Gracias, pero hay algo de lo que debo hablarte...

- Después, tenemos que empezar con la sesión ya.

Alan comienza con la sesión, como siempre que está trabajando, se toma su trabajo con mucha seriedad. Prueba de ello es el silencio sepulcral que se impone en el estudio cuando Alan comienza a disparar con su cámara. Su padre no puede evitar mirar con admiración a su hijo mientras trabaja. Después de nueve años sin saber nada de el, no quiere perder ni un detalle de todo lo que rodea a su hijo. Michelle que cada vez está mas acostumbrada a esto de la publicidad, disfruta también de la sesión, quizás por qué sabe que es la última, y por fin se acabarán los madrugones para ir a la peluquería, o quizás esta contagiada por la pasión de Alan. Lo cierto es que hoy todo el mundo trabaja con más ganas que nunca.
Cuando la sesión de fotos termina, Michelle aprovecha para intentar hablar de nuevo con Alan, que se encuentra con su padre.

- ¡Muy bien hijo! Ha sido increíble ver cómo te desenvolvías, se nota que adoras tu trabajo.

- Gracias papá. La verdad es que ahora comienza lo difícil. Tengo que preparar las fotos y arreglarlas para presentarlas mañana al cliente.

- Alan, me gustaría hablar contigo de algo, es importante. - Dice Michelle acercándose.

- ¿Ahora? La verdad es que estoy bastante ocupado. Te iba a pedir si podías acompañar a mi padre durante la comida, yo tengo que terminar de preparar las fotos.