Capitulo 2

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De vuelta al presente, la sesión de fotos ha terminado con éxito. Alan recoge el material de la sesión fotográfica, pero suena su teléfono, es Nathan Moore, su jefe, y a ese es mejor no hacerlo esperar.

- ¿Diga?

- ¡Alan, campeón! el dueño de los piensos está encantado con la sesión de hoy.

- Gracias, me alegro que le haya gustado, pero me imagino que no solo me has llamado para felicitarme.

- Tan listo como siempre, verás, mañana te quiero ver en mi oficina, un nuevo cliente quiere que seas el fotógrafo de su campaña, y necesito hablarte de los detalles, te espero a primera hora.

- De acuerdo, nos vemos mañana.

Alan cuelga el teléfono, y mira los mensajes, espera noticias de su psiquiatra. Desde que su abuela murió hace dos años ha comenzado a ir más a menudo a su consulta, Alan ha contratado los servicios de Michelle Conelli. Aunque al principio le costó desahogarse con el, ha sido el único psiquiatra que conoce los verdaderos motivos de su fobia. Pero Michelle lleva un mes de vacaciones, y Alan necesita continuar con su terapia.

En el despacho de Michelle su hija acaba de llegar, una preciosa jovencita recién graduada en sicología como su padre. 

- Michelle, ¡Que alegría verte! ¿Que te trae por aquí? - Pregunta Nora, la vecina cotilla de enfrente.

- He venido ha recoger las cosas de mi padre, después de muchos intentos he conseguido que se jubile.

- ¿Eso significa que tú te quedarás a cargo de sus pacientes?

- Si, ya he acabado la carrera, solo me queda acabar mi tesis, pero ya puedo empezar a trabajar.

- Enhorabuena, además no necesitas cambiar el cartel de la consulta, como te llamas igual que tú padre.

- Si. - En ese instante el teléfono de Michelle suena. - Nora, te tengo que dejar. - Michelle entra en el despacho mientras contesta el teléfono. -  Papa, no me digas que ya estás pensando en tu trabajo...

- ¿Ya has llegado a la oficina?

- Si, acabo de entrar.

- Espérame ahí, voy para allá.

- Papá ya lo hemos hablado, ya estás jubilado, ahora me encargaré yo de tus pacientes, tu descansa.

- No es eso, necesito coger el historial de uno de mis pacientes, el que está separado y pone confidencial, en el cajón de la mesa. Tengo que pasarselo a otro psiquiatra.

- Espera un momento, ¿Y que hay de mi?

- Michelle, tu no lo entiendes, es un caso muy particular en el que he estado trabajando desde hace años, no tengo ningún problema en que tú te encargues de mis pacientes, pero ese caso tú no lo puedes llevar. Dame quince minutos y estoy ahí, ¿Puedes dejarmelo en la carpeta?

- De acuerdo, pero no entiendo por qué no me dejas manejarlo.

- Es complicado. Bueno, ya voy saliendo. Adiós.

Michelle cuelga el teléfono, lo que su padre le ha dicho sobre ese informe le ha dejado intrigada. ¿Porque su padre no le deja llevar a ese paciente? Su curiosidad va aumentando por momentos, no lo puede controlar, abre el cajón de la mesa del despacho, y ahí estaba, un sobre en el que su padre había escrito confidencial. Su curiosidad iba en aumento, sabe que no deberia leerlo, pero siente que el sobre la llamase.

- ¡Yuju, Michelle, estoy aquí, ábreme, lo estoy deseando!

Michelle llevada por su curiosidad abre el informe y comienza a leerlo:

Alan's PhobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora