Capitulo 43

9 5 0
                                    

Erika sale del hospital después de una ajetreada mañana. Esta bastante molesta, cuando esa misma mañana llego al hospital y vio la actitud de René con Alan, no se lo podía creer, es algo que no se lo ha podido quitar de la cabeza. Sospecha que entre ellos dos hay algo más que una simple relación de compañeros de trabajo. Y esta dispuesta a darles una lección a esos dos si lo que sospecha es cierto. Por otro lado, Michelle a ido de visita a casa de sus padres. Desde que anulo su boda con Brian no ha pasado tiempo con ellos, y ahora los necesita más que nunca. Su madre es la primera en recibirla cuando llega a casa de sus padres:

- ¡Michelle cariño! ¡Que sorpresa! No te esperábamos. ¿Te quedas a comer?

- ¡Claro! Llevo tantos días trabajando en mi tesis que me muero por comer algo casero.

- ¿Tu tesis? ¿Pero, no sé suponía que ya la habías terminado?

- ¡Eso...verás...es muy largo de contar! ¿Papá está en casa?

- Si, está montando maquetas en su despacho.

- ¿Maquetas?

- ¡Si hija si! Ahora se dedica a montar maquetas. De barcos de edificios históricos...¡Ay! A veces creo que lo de jubilarse no fue una buena idea. - Dice suspirando July.

- Bueno, iré a charlar con el. ¡Así dejará de llenarte la casa de trastos durante un rato! - Dice sonríendo.

Pero lo que de verdad necesita Michelle es que su padre la escuche, no al padre que escucha a su hija y le aconseja, sino más bien como un psiquiatra que escucha a su paciente.

- ¡Hola papá! - Dice Michelle al entrar en el despacho.

- ¡Cariño! - Michelle padre, se levanta a besar a su hija mientras la sonríe. - ¿Que te trae de visita?

- ¡Que! - Dice Michelle poniendo sus manos en la cintura y sonriendo. - ¿Es que acaso una hija no puede visitar a sus padres sin tener ninguna intención oculta?

- Michelle... - Su padre se baja sus gafas y la mira.

- ¡Vale, está bien! Necesito que me escuches y me des consejo. Pero no como mi padre, sino como el doctor Conelli.

Su padre sabe que cuando Michelle habla así, es sobre un asunto muy importante, solo en dos ocasiones anteriores Michelle uso esa expresión con su padre, la primera fue cuando le dijo que quería ser psiquiatra como el, y la segunda fue cuando presento a su novio Brian.

- Muy bien, siéntate en el sofá. Michelle obedece y se sienta en el viejo sofá del despacho que hace las veces de diván. - Cuéntame, que te preocupa.

- Hace unos meses conocí a alguien de quien me enamoré.

Ante esa declaración su padre se quita las gafas y se pone serio.

- Y dime, es el, el motivo de tu ruptura con Brian...

- ¿Que? ¡No! - Exclama Michelle. - Bueno, o quizás...si. El caso es que nos gustamos y llegamos a sentir lo mismo el uno por el otro. Pero, no fui sincera con el, para cuando quise contarle toda la verdad ya era tarde, se había enterado de todo, y ahora...ya no quiere saber nada de mí. ¡He intentado explicárselo más de una vez, pero se niega a escucharme!

- ¿Y que es lo que le has echo?

- Lo engañe para curar su fobia y luego lo usé para escribir mi tesis.

- Es Alan, ¿verdad? El chico del que me hablas.

- Si. - Dice Michelle bajando la cabeza avergonzada pensando que su padre le va a reprochar lo que ha echo.

Alan's PhobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora