Capitulo 15

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Amanece en Staten Island, es una mañana soleada y muy cálida. George se levanta como cada mañana y desayuna leyendo el periódico. Después, como de costumbre sale a correr durante una hora y vuelve para trabajar durante el resto de la mañana en la vieja moto que tiene en su garage. Desde allí, su vecino Andrew lo ve:

- ¡Buenos días George!

- Buenos dias. - Dice George acercándose a la entrada del garage para hablar con Andrew.

- Hace una mañana agradable ¿No crees?

- Por supuesto, he salido ha correr como cada mañana y da gusto ver el cielo tan despejado.

- Hace unos días que no veo a Mary, ¿Todavía está de visita en casa de Cinthya?

- Si, están muy unidas.

- ¿Y qué es de Alan? Desde que se mudó con su abuela no hemos vuelto a verlo por aquí.

- Alan, - George respira hondo antes de responder. - él es muy independiente.

- Bueno, siempre puedes ir a visitarlo, ¿Ya arranca la moto?

- No, llevo años intentándolo y no hay manera de que arranque, no se qué es lo que falla.

- Bueno, te dejo seguir intentándolo, si quieres venir a comer algún día a casa estás invitado, mi esposa hace un pastel de carne de chuparse los dedos.

- Gracias Andrew, - Dice George sonriendo. - lo tendré en cuenta.

Unas horas después de trabajar en el garage George entra en la casa para comer. Últimamente comer solo se ha echo una costumbre para el, aunque lleva casi nueve años casado, pasa la mayor parte de su tiempo solo. George coge uno de los álbumes del estante del salón, la conversación con su vecino Andrew ha despertado fantasmas del pasado. El álbum está repleto de fotos de su hijo, desde que era un bebé, hasta unos meses antes de irse a vivir con su abuela. A su mente viene el recuerdo de la conversación que mantuvo con su madre unos meses después de llevarse a Alan, George quiso recuperar a su hijo. Recuerda ese momento como si fuese ayer, ese día Mary fue a una de las exhibiciones de karate de Cinthya, y George aprovecho ese momento para traer de vuelta a casa a su hijo. Alan llevaba tres meses viviendo con su abuela, y se negaba a hablar con nadie. Y George pensó que el volver a su casa y estar con su familia haría que su hijo se recuperase pronto. Pero Jennifer su abuela sabe perfectamente que lo que le ha pasado a su nieto tiene algo que ver con la nueva mujer de su hijo y la hija de esta.

- Hola mamá. - Dice George cuando Jennifer abre la puerta de su casa.

- Hola cariño. - Jennifer besa a su hijo. - Pasa, supongo que vienes a ver a Alan.

- Si, ¿cómo está? ¿Ha hablado algo?

- Me temo que no. El psiquiatra no sabe que hacer para que se abra y cuente lo que le a pasado. ¡Alan, cariño, ven, tu padre ha venido a verte! - Exclama Jennifer.

Alan llega a la sala donde su abuela y su padre están, George al ver a su hijo lo abraza fuertemente:

- ¡Hijo mío! ¿Cómo estás?

- No te va a responder. - Dice Jennifer.

Y su abuela no se equivoca, Alan permanece frente a su padre sin articular palabra.

- Alan, ¿Que te parece si vuelves a casa? Estoy seguro que te vendrá bien volver a casa, además Mary y tú hermana Cinthya te echan de menos y están deseando verte.

En ese momento Alan echa a correr y se encierra en su cuarto.

- ¡No te lo vas a llevar!

- ¡Mamá, es mi hijo, y debe ir con su padre!

Alan's PhobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora