Capitulo 44

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René ha madrugado para ir a la oficina. Ayer le fue imposible sacar ninguna idea para la campaña de los aperitivos. Es más, aún todavía esa misma mañana no sabe cómo seguir con la idea que empezó para la campaña que se le había ocurrido en el hospital.

- ¡Que raro! - Se dice a sí misma mientras desayuna a solas. - ¿Porque mi cabeza está vacía de ideas? ¿Que le pasó a toda la inspiración que estaba prácticamente saliendo sola de mi cabeza en el hospital? ¡Maldición!

René se acerca con su taza de café a su block de dibujo, donde observa el boceto del joven que dibujo mientras estaba con Alan en el hospital, pero su cabeza sigue totalmente en blanco.

Alan también ha madrugado para ir a la oficina, pero su intención es otra. Siempre ha trabajado mejor y más comodo en solitario, y la idea de tener que trabajar con alguien, aún por encima si ese alguien es René, no le hace ninguna gracia. Así que planea adelantar al máximo su trabajo para trabajar con ella el menor tiempo posible. Pero su plan no funcionará, porque cinco minutos después de que Alan llegue a la oficina, lo hace René. Alan está en el almacén recogiendo el material cuando su teléfono suena, y es René la que llama.

- ¿Hola?

- ¿Donde estás? - Pregunta René.

- En el almacén cogiendo unas cosas.

- Ven a mi despacho, ahora. - Dice bastante molesta.

- ¡Ey! ¿Como puedes hablar así? Da los buenos días por lo menos.

- ¡Que te pasa! ¡Cuando mi hermano no está en la oficina yo soy la que está al mando, no tu! Ya está bien de quejas, ven a mi despacho, no estoy de humor. - Dice colgando su teléfono.

Alan se para a pensar en la actitud conciliadora que René tenía ayer, pero visto como le ha hablado era solo una ilusión. La auténtica René Moore es la que acaba de hablar por teléfono, piensa Alan.

- ¿Cómo puede haber personas así? - Se pregunta molesto. ¡Vete al demonio! ¡Espérate, ahora estoy ocupado!

Alan sigue buscando el material cuando su teléfono vuelve a sonar.

- ¿Que?

- ¡Si no vienes en menos de cinco minutos, entonces prepárate para que haga de tu vida en la compañía un infierno!

- ¿Cómo...como puedes ser asi? Yo también estoy ocupado, ¿Sabes? - Exclama nervioso Alan sin saber cómo continuar.

- ¿Es la primera vez que me ves? ¡Siempre he sido irrazonable! ¡Apúrate! - René vuelve a colgar el teléfono dejando a Alan con la palabra en la boca.

- ¡Oye! ¡Ayyy! - Exclama Alan furioso despeinandose de la rabia, y saliendo en dirección al despacho de René, mientras en el pasillo se oye cómo se queja entre dientes. - ¡Lo aguantaré! ¡Lo soportaré, lo soportaré!

Alan llama a la puerta del despacho, René abre la puerta y ve el gesto molesto de Alan.

- Aquí estoy. - Dice totalmente desanimado.

- Eres muy lento.

- ¿A que venía tanta prisa?

- ¿Tienes alguna idea para el comercial de los aperitivos?

- Todavía no, además, ¿No sé suponía que tenías algo en mente?

- Eso fue antes, pero estoy totalmente bloqueada, mira, - René muestra a Alan las láminas que dibujó en el hospital. - esto es lo único que tengo.

- ¡Vaya! Es un cómic, ¡Que original! - Exclama Alan sonríendo.

De repente a la cabeza de René empiezan a fluir ideas para continuar la historia.

Alan's PhobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora