Alan's Phobia

Capitulo 56

Nathan es totalmente consciente de los sentimientos de su hermana hacía Alan, pero ahora lo que más le importa es hablar con su amigo para saber los motivos por los que se quiere ir. Aunque sospecha que tiene que ver con Michelle. De todas formas, Nathan quiere convencer a su amigo para que reconsidere su postura y cambie de opinión.

- Alan, - Dice Nathan al entrar en el estudio fotográfico. - ¿Vamos a comer?

- No hace falta, traje la comida de casa.

- ¡Vamos! ¿tantas ganas tienes de perdernos de vista que ni siquiera quieres comer conmigo?

- No es eso...de acuerdo, vamos a comer.

Alan acompaña a Nathan hasta la cafetería. Una vez se sientan en la mesa, Nathan va directo al grano.

- Te vas por Michelle, ¿Verdad?

- ¡Valla, si que me conoces bien! - Dice Alan esbozando una sonrisa.

- No hace falta que dejes tu trabajo y tu ciudad por ella.

- Si no lo hago, la veré muy a menudo. Y no soporto la idea de ver cómo rehace su vida con otro. Al principio puede que la vea algún que otro día, pero cuando te cases con Erika, o cuando nazca tu hijo podría llegar a verla más a menudo. Además, esta ciudad me recuerda a ella. Necesito alejarme.

- Pero, ¿Que hay de todos eses sueños que querías cumplir cuando acabaste la facultad? ¿Lo recuerdas? Querías ser uno de los mejores fotógrafos de la ciudad. Gracias a ti he logrado mantener a flote está empresa.

- Ha veces los sueños no lo son todo.

- Mira, piénsatelo, ¿De acuerdo? Estoy convencido de que podemos buscar una solución mejor...

- Nathan, déjalo. La decisión está tomada. Además Staten Island no está tan lejos de aquí, podremos seguir viéndonos.

Por otra parte René está desesperada, los fotógrafos de la compañía no están a la altura de Alan. Y no le quedará mas opción que tragarse su orgullo y pedirle a Alan que vuelva de nuevo a la campaña. Algo que no le hace gracia. Pero no queda otra opción, así que coge el teléfono y lo llama.

- ¡Estupendo, tu hermana me llama de nuevo. - Dice Alan antes de coger el teléfono.

- Alan, quiero que trabajes de nuevo conmigo para la campaña. ¿Me escuchaste? ¡Eres un fotógrafo sin conciencia, no tienes moral de negocios! Solo porque tienes roto el corazón, no te preocupas por mí, tu jefa leal.

- ¿A qué te refieres con corazón roto? Te recuerdo que me botaste de la campaña. ¡Más te vale que dejes de molestarme! ¡No me importa si no encuentras la inspiración que necesitas!

- ¡Ey! Un hombre con el corazón roto es como una persona loca. - Dice sonríendo René.

- ¡Eso es mejor que la mujer loca que no puede trabajar por qué no tiene inspiración! ¡Yo soy una persona normal!

- Sin duda eres enérgico. Entonces hagamos negocios juntos.

- René Moore, te lo advierto, ahora no estoy de buen humor. ¡Deja de hablar de idioteces como trabajar a tus órdenes en la campaña, o de lo contrario...no me culpes por lo que pueda hacer!

- ¡Deja de amenazarme estoy más furiosa que tú!

- ¿Porque estás furiosa?

- Entreviste a todos los fotógrafos de la compañía, pero nadie lo hace como tú. Por eso estoy enfadada.

- ¿Entrevistaste a todos los fotógrafos de la compañía? - Dices sonríendo Alan.

- ¡Si! Todo esto es tu culpa. Esas fotos eran horrorosas, no sé cómo mi hermano puede tener en la plantilla fotógrafos así. No son tan buenos como tú.