Capitulo 24

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Tara llega a la base, donde Brian muy nervioso la espera.

- ¿Se puede saber qué pretendes?

- Yo que tú trataría a mis superiores con más cuidado.

- ¡Aléjate de Michelle!

- Me encanta cuando te pones furioso. - Dice Tara besándolo en la mejilla y marchándose a su despacho.

Erika y Michelle han terminado de comer. Erika vuelve rápidamente al hospital, ha recibido una llamada, tiene una urgencia que atender. Michelle por su parte vuelve a la agencia donde Nathan y Alan la están esperando.

- ¡A ti te quería yo ver! ¡Vamos, venga, hay trabajo que hacer! - Dice Nathan.

- ¿Que ocurre? Se suponía que hasta mañana no empezábamos con el comercial...

- Si, pero tenemos que probarte el vestido por si hay que hacer algún arreglo, y el peluquero quiere verte para saber cómo tienes el cabello.

- ¡Un momento! - Dice sería. - Lo del peluquero quiero discutirlo un poco más, mi pelo no se toca.

- Michelle, tranquilízate, - Dice Alan. - Paul es uno de los mejores peluqueros de Nueva York, sabe lo que se hace, además, no te va a cortar el pelo, solo lo va a peinar.

Alan y Nathan se llevan a Michelle a una peluquería cercana a la empresa, en ella Paul los espera desde hace un buen rato:

- ¡Por fin llegáis! - Exclama Paul. - ¿Que os pensáis, que no tengo más clientes que atender?

- Perdonanos Paul, - Dice Nathan. - sabemos que tú tiempo es oro, pero eres el único que puede convertir algo ridículo en una obra de arte.

- ¡Ey, oye! - Exclama Michelle dándose por aludida

- Bien, ¿Dónde está la modelo a la que mañana tengo que peinar? Necesito que su pelo me hable.

- Es ella, - Dice Alan señalando a Michelle. - Paul, te presento a Michelle Conelli.

Paul observa durante unos segundos a Michelle en silencio.

- Imposible.

- ¿Que? - Pregunta Nathan.

- Es imposible hacer algo con esta mujer, su pelo no me dice nada, está apagado, seco, y con las puntas abiertas, agradecería más que se le rapase que otra cosa.

- ¡Oye, mi pelo es muy bonito! - Dice Michelle ofendida tocándolo.

Nathan se lleva a un lado a Paul para hablar en privado.

- Paul, necesitamos de tu magia, la mujer del cliente nos ha hecho despedir a Charlotte con la campaña a medio preparar, tenemos que empezar de cero con Michelle y no disponemos de mucho tiempo. - Nathan coge a Paul de las manos. - ¡Por favor, haz tu magia con ella!

- ¡De acuerdo, lo intentaré! - Dice Paul dirigiéndose a Michelle. - Pero necesitaré que mañana vengas muy temprano querida, me llevará mucho trabajo dejarte perfecta.

- Gracias Paul, - Dice Nathan. - te debo una.

- ¡Y de las gordas!

Cuando los chicos salen con Michelle de hacer los preparativos para la sesión de mañana, Nathan mira su reloj y les dice:

- Chicos, me tengo que ir, Alan ¿Puedes acompañar a Michelle a casa? Yo tengo que atender un asunto.

- Claro, no hay problema. ¿Nos vamos?

- Si.

- ¿Estas nerviosa por lo de mañana? - Pregunta Alan mientras caminan.

- No lo estaba hasta hace poco, pero después de estar con ese peluquero tan extraño, empieza a asustarme todo esto.

Alan's PhobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora