Alan's Phobia

Capitulo 23

Michelle llega a casa de sus padres después de salir de la oficina de Alan.

- ¡Hola mamá! - Dice Michelle entrando en la cocina de casa de sus padres.

- ¡Michelle, querida! - Dice July abrazando a su hija. - ¡Que alegría me da verte! Ya hablé con Brian. ¿Por qué no nos has dado la gran noticia de que te casabas?

- Lo siento, estaba tan ocupada con la consulta de papá, y coincidió con que os fuisteis de crucero que se me olvidó completamente.

- Bueno, ¿Has comenzado a hacer los preparativos?

- Todavía no, Brian y yo iremos a ver lo del catering este fin de semana. Tenemos tan poco tiempo libre.

- Bueno, si necesitas ayuda, aquí me tienes.

- Gracias mamá. ¿Dónde está papá?

- Tu padre está en su despacho, aunque este jubilado sigue yendo como si estuviera trabajando.

- Bueno mamá, dale tiempo.

Michelle llama a la puerta del despacho de su padre que está al fondo del pasillo antes de entrar:

- ¿Se puede?

- Pasa.

Michelle se acerca a su padre y lo besa antes de sentarse en una de las sillas.

- Deberías de buscarte un hobbie, ahora que tienes más tiempo libre. A mamá le sigue preocupando que pases las horas en el despacho. ¿De que querías hablarme?

- Sabes, hoy he hablado con Jhon Murray, el psiquiatra al que le pase el paciente con ginofobia, ¿Recuerdas?

Michelle se pone derecha en la silla y traga saliva.

- Imagínate mi sorpresa cuando le pregunté qué tal con la terapia del paciente, y me dice que está tratando a un ludópata. ¿Me lo puedes explicar?

- Verás papá, iba a pasarle el informe como tú me lo pediste, pero sin querer lo leí, y no pude evitar quedarmelo para tratarlo yo personalmente.

- Te dije claramente que no quería que te ocuparas de ese paciente. ¿Porque? ¿Porque no me hiciste caso?

- Estaba convencida que podía curaralo, y así es, en este mes que lo he estado tratando ha evolucionado favorablemente, ya puede acercarse a una mujer sin que su cuerpo reaccione...

- ¡No te das cuenta de lo terrible que podía ser para el paciente que tú, una mujer lo tratase! - Grita su padre.

- ¡Pero no ha sido así! ¡Esta avanzando muy bien!

- ¡Has podido haberle producido un colapso! Creí que ya estabas lista para poder llevar a tus propios pacientes, pero ya me doy cuenta de que no es así.

- ¡Así que es eso! - Dice Michelle con lágrimas en los ojos. - ¡Para ti nunca estaré a la altura de tus expectativas! ¿Verdad? ¡Por eso no querías que tratase a Alan! ¡Porque piensas que fracasaría!

Michelle sale corriendo del despacho y se mete en su viejo cuarto a llorar. July que la ve salir corriendo va tras ella e insistentemente llama a su puerta:

- ¡Michelle, cariño! ¿Que te pasa? ¡Michelle!

Pero Michelle no responde, así que July preocupada se mete en el despacho de su marido.

- ¿Se puede saber que le has echo a Michelle? ¡Se ha metido en su cuarto llorando desconsolada! ¡No me importa lo que te cueste, pero no voy a perder el cariño de mi única hija por un asunto de tu trabajo!

July sale del despacho bastante enfadada, sabe que cualquier discusión que Michelle pueda tener con su padre es por el trabajo. Para empezar nunca estuvo de acuerdo con que su hija estudiase la misma carrera que su padre. Pero Michelle siempre ha tenido admiración por su padre desde que era muy pequeña. Al cabo de unos minutos July vuelve a llamar a la puerta de la habitación donde Michelle está encerrada.