(5) Dos personas que se aman, sufriendo por estar separadas.

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*Flashbacks*

-Te amo, nunca lo olvides.

Dicho eso rompió con la distancia que separaban nuestros labios y los unió en un beso mágico, diferente a los otros, en ese se notaba todo el amor que teníamos el uno hacia el otro, porque le amaba más que a mi vida y eso nadie lo va a cambiar.

-¿Quien soy?
-El amor de mi vida.

-No me sueltes. -Le supliqué en llanto a Carl, no quería que se alejara, no ahora.
-No lo voy a hacer. -Dijo mientras me abrazaba con más fuerza.

-Carl. -Le llamé.
-¿Uhm? -Contestó.
-¿Siempre será así? -Pregunté.
-¿A qué te refieres? -Contestó dudoso girando su cabeza para mirarme.

Yo cerré los ojos por un par de segundos y suspiré.

-Pues que siempre muera gente, sufriendo ¿No va a ver un momento en el que no nos tengamos que preocupar por que muera la gente que queremos? -Dije cabizbaja.

Carl se incorporó un poco aún echado en la cama y miró a los ojos.

-¿Sabes? Una vez mi padre me contó algo, verás, esto no es que digamos la mejor vida, ni si quiera sé si es vida, y, va a morir gente, seguramente todos muramos, incluso los que más quieres, y nunca estarás preparada para eso, solo pasa, y debes aceptarlo y seguir adelante. -Hizo una pausa.

Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.

-Y.... Incluso algún día no esté yo, y, lo que debes de hacer es seguir adelante pase lo que pase aunq... -Iba a continuar pero le interrumpí.
-Carl. -Le llamé.

El me Miró dudoso.

-Si tú no estás, yo tampoco estaré, podré superar muerte de gente importante pero jamás la tuya, porque gracias a tí vivo y lucho diariamente, tengo las fuerzas para sonreír y se mirar algo bueno en todo esto, y para mí eso único positivo es mirarte, abrazarte, besarte....
Sin ti.... No existiría el mundo para mí.

-Te amo Carl Grimes.
-Te amo Taylor.

*Fin de los flashbacks*

Ya han pasado 3 días, 3 días que me han parecido años, no he comido, no he salido, solo lloro, Carl ahora duerme en la habitación de Judy ya que hay una cama libre, a veces le oigo llorar, provocando llantos por mi parte, me siento vacía, destrozada...

Desde que todo acabó entre el y yo tampoco he dormido, no le tengo y eso me duele.
No tengo esa preciosa sonrisa por las mañanas, esas caricias que me encantan, sus suaves labios con los míos o el tacto de su piel con mi piel.

Le echaba de menos, demasiado, sin él no podía vivir.
En cuanto a mi padre, no e sabido nada de él, tampoco quiero saber, no salgo de mi cuarto el que antes era de Carl y mío, me trae muchos recuerdos.
Toda Alexandría se a enterado ya de lo nuestro, Michonne, Tara y Carol vienen a veces para intentar distraermr o animarme pero no lo consiguen.

Miré en un cajón de la mesita, había una chocolatina, las favoritas de Carl, la dejé en su sitio y cerré mis ojos.
Una vez logré seguir adelante y no mirar atrás, como hice con mi padre, supongo que lo podré hacer de nuevo, aunque, Carl es diferente, en tán poco tiempo se había convertido en la persona más importante e irremplazable de mi vida.

Me acurruqué, me abracé sola y escondí mi rostro en mis rodillas, las lágrimas no tardaron en aparecer de nuevo lo cual ya era constante estos días.

Me quedé dormida a causa del agotamiento y de no dormir nada.

Al despertar sentía un fuerte dolor en mi cabeza, como un constante dolor la parte central de mi cabeza.

Al parecer era por la tarde, fuí hacia el baño, tomé una pastilla para el dolor y me la tomé.
También decidí despejarme, quizás con eso se me pase el dolor.

Me levanté de una vez de la cama y decidí salir de la casa aunque mis pintas eran lamentables.

Salí de Alexandría y comencé a caminar por las solitarias calles, no se nada sobre Negan y los salvadores, seguro que Rick está buscando formas para derrotarlos.

Mirabatodas las partes de Alexandría con detenimiento, todas y cada una de ellas me traían recuerdos.
Sumergida en mis pensamientos choqué con alguien.

-Perdón. -Dije.

Esa persona no respondió, levanté mi vista para ver quien era, genial, mi padre, le ignoré y seguí caminando, pero me lo impedió tomándome del brazo.

-Taylor yo... -Comenzó pero le interrumpí.
-No papá, ahora no, ya te has salido con la tuya, ya no estoy con Carl ¿Contento? -Dije cabreada.

Me safé bruscamente de su agarre y me dirigí a mi cuarto de nuevo.
Y otra vez las lágrimas ahogaban mis mejillas las cuales ya ardían de tanto llorar.

No pasó mucho cuando alguien llamó a la puerta.

-Taylor soy Michonne, abre por favor. -Dijo desde el otro lado.
-No Michonne, vete. -Dije sin ánimos.
-No pienso moverme hasta que me abras, y puedo quedarme todo el día. -Insistió.

Sin más opciones suspiré y me levanté de la cama, limpié algunas lágrimas y retiré el pestillo de la puerta para después abrirla.

De ella apareció Michonne, al parecer preocupada quien me abrazo con fuerza.
Yo correspondí con tristeza.

Michonne se sentó en la cama junto a mí y comenzó a hablar.

-Taylor, no puedes estar así, tu eres fuerte, no te puedes rendir por un chico. -Me dijo.
-No era solo un chico Michonne... -Contesté.
-Oh vamos, tu eres fuerte pequeña, más que nadie que pueda conocer. -Dijo.

Los ojos comenzaban a cristalizarse y la vista a nublarse, cerré mis ojos con fuerza para reprimir las lágrimas.
Gracias al silencio que se produjo pude escuchar llantos de Carl provenientes de su habitación, también la voz de Rick intentandole animar.

-¿Porque no bajas y comes algo? -Me dijo Michonne.
-No tengo hambre, solo quiero estar sola. -Dije triste.

Michonne suspiró.

-Esta bien, ya me voy. -Dijo levantándose y dejando un beso en mi frente. -Pero, me parece increíble como dos personas que se aman, están sufriendo la una por la otra separados mientras mueren de ganas de estar juntos...

El amor no es siempre de sangre. /2ªTemporada 'No es más que un Apocalipsis'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora