(13) Te quiero papá.

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Terminaron marchándose junto a Daryl, Carl se levantó y comenzó a mirar la zona, se seguían escuchando los rugidos del caminante así que Carl se dirigió a él para acabar con él, estaba enganchado en una especie de hierro el cual le atravesaba el estómago pero estaba de espaldas por lo que no se veía su rostro.

-Ta, Taylor. -Dijo Carl.

Me asusté al escuchar su voz, pues sonaba asustada, le miré y ví su piel pálida y sus ojos abiertos como platos.

-¿Carl? -Le llamé. -¡Carl! ¿Que ocurre? -Me estaba comenzando a preocupar y a ponerme nerviosa.
-N, nose si, d, debes ver esto... -Su voz temblorosa producía una sensación de miedo y preocupación increíble.

Me asustaba verle así.
No se lo que era pero algo me decía que debía verlo, suspiré, y con miedo me acerqué lentamente a él.

Cada vez se oían más cerca los rugidos de aquel caminante.
Cuando pude ponerme en el mismo lado de Carl y tenía el caminante en frente de mí.

Carl estába pálido y no estaba seguro de que viera eso, pero tampoco me lo impedía.

Por fin miré intrigada el rostro de aquel caminante....

Nada más verlo mí cuerpo cayó de rodillas, sentí el mundo caer encima de mí, quería gritar, gritar fuerte, pero no podía.
Ese caminante, ese no humano con un hierro clavado en el estómago era mí padre, mi propio padre.

-¡¡NOOO!! -Grité de una vez.

En aquel grito noté como mi garganta ardía y las lágrimas caían sin cesar de mis mejillas.

-¡SE SUPONE QUE NO DEBÍAS CONVERTIRTE! ¿PORQUE? ¿PORQUE TE HAS IDO? ¡PROMETISTE ESTAR CON MIGO! ¿ME OYES? ¡LO PROMETISTE! -Grité y grité con mucha rabia.

Las lágrimas seguían cayendo, mi impulso me pedía lanzarme a golpear ese caminante sin parar, pero unos brazos me lo impidieron, me rodearon y me acurrucaron en su pecho.
En un segundo toda la rabia cambió, pues se convirtió en tristeza.

-¿Porque? -Dije esta vez triste.

Mi voz sonaba sin fuerzas, y el llanto apenas dejaba entender mis palabras.
Me abracé con fuerza a Carl, esperando que ese dolor cesara, pero esperé, y esperé y nada.
Ese fuerte dolor en el pecho seguía matándome por dentro.
Mientras que los rugidos del cuerpo sin vida de mi padre seguían escuchandose constantemente.

Segura, decidí acabar con el dolor, tomé mi Katana y me incorporé lentamente mientras miraba con firmeza ese caminante, el cual antes de que los salvadores llegasen era mi papá...

Me limpié las lágrimas con firmeza y dí un paso al frente.

-¿Estas segura de querer hacerlo? -Sonó la ronca y firme voz de Carl, quien escondía parte de su rostro serio bajo su sombrero.
-Debo hacerlo. -Contesté.
-Sé lo que es hacer eso, y no se olvida nunca, jamás. -Dijo Carl, su voz era seria y su rostro preocupado.
-Carl, debo hacerlo, no puedo dejarle así ¡Es mi papá! -Y de un segundo a otro mis mejillas estaban repletas de lágrimas.

Aquellas palabras me recordararon a algunos momentos de hace ya demasiado tiempo.

-¡Es mi mamá! -Gritó Carl en llanto.

Entendía a lo que se refería, y que si lo ago jamás lo olvidaré y será terrible, pero prefiero eso a dejar a mi padre convertido en caminante.
Carl me miró y dijo:

-Hazlo. -Se acercó a mí y me abrazó con fuerza, después de alejó, dejándome sola, a mí y a mí padre.

Tomé mí katana con fuerza, katana que por cierto fué suya, miraba sus ojos esperando que hubiese algo de vida en ellos, algo que me dijera que ahí quedaba algo de mi padre.
Pero nada, solo uno de esos monstruos sin cerebro intentado morderme.

Acerqué mi katana a su cabeza y cerré mi ojos.

-Te quiero papá. -Dicho eso acabé con todo, acabé con él.

No quería abrir mis ojos, no quería ver aquello, igualmente lo hice y ví su rostro cubierto de sangre y completamente sin vida.
Limpié la última lágrima que caía por mi mejilla, y llegué con el rostro frío hacia Carl.

Carl me miró preocupado, yo le miré y asentí, ya estaba hecho, ya ha acabado.
Íbamos a caminar cuando me paré de golpe.

-¡Espera! -Le dije a Carl y salí corriendo hacia el cuerpo de mi padre, lo saqué de aquel hierro inhumano y lo tumbé en el suelo.
Cerca había algunas bonitas flores así que las tomé y las coloqué junto a él, y por último, le devolví lo que es suyo, lo que debe tenerlo él....

El amor no es siempre de sangre. /2ªTemporada 'No es más que un Apocalipsis'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora