(3) Tu eres la persona más importante para mí.

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Después de estar con Carl salí de casa ya que tenía ganas de practicar tiro con mi arco, ya que hacía tiempo que no practicaba y temo perder la puntería.
Iba caminando en dirección al campo de tiro cuando me topé con mi padre, seguramente ya se había instalado.

-Hola papá. -Dije sonriente.
-Hola hija. -Contestó de igual forma.
-¿Ya te has instalado? -Le pregunté.
-Si, bueno tampoco era mucho lo que tenía. -Dijo riendo.

Yo reí.

-Por cierto voy a practicar tiro, ¿quieres venir? -Le propuse.
-Claro. -Contestó.

Ambos llegamos hasta el campo de tiro, una vez allí nos situamos en una diana, saqué mi arco y preparé una flecha, apunté y disparé, alcé mi vista y ví que le había dado en el centro, orgullosa miré a mi padre.

-Vaya, buena puntería, no sabía que te habías convertido en una experta en armas. -Dijo, yo reí ante su comentario.
-Te toca. -Dije cediendole mi puesto.

Él se colocó donde estaba yo antes, sacó su arma, era una pequeña pistola de mira roja.
Apuntó mientras sostenía su arma entre sus manos y le dió casi en el centro.

-Te gané. -Dije victoriosa.
-Eso está por ver. -Dijo de forma competitiva.

Yo le miré desafiante y comenzamos a reír.
Me pasé toda la tarde con mi padre, seguimos practicando tiro e incluso nos sentamos fuera para charlar, sobre lo ocurrido estos días, o cosas que habían pasado durante el Apocalipsis, todo era risas, hechaba demasiado de menos a mi padre, más aún de haber pensado que estaba muerto.
Sinceramente aún no me creo que esté mi padre junto a mí.
Pasó tán rápido el tiempo que no nos dimos cuenta de que ya estaba a punto de anochecer.

-Estoy cansada, creo que iré a dormir. -Dije.
-Esta bien, nos vemos mañana. -Dijo con una sonrisa.
-Si, hasta mañana. -Dije dejando un beso en su mejilla.

Caminé mientras veía la hermosa puesta de sol, ese color anaranjado que cubría todo el cielo lleno de nubes blancas.
Llegué hasta la casa y me dirigí a mi dormitorio, allí estaba Carl a punto de acostarse quien al verme sonrió.

-Hola. -Dije con una sonrisa.
-Hola preciosa. -Dijo de igual forma.

Me cambié con algo cómodo y me eché en la cama a lo que Carl hizo lo mismo, hoy apenas he pasado tiempo con él por estar con mi padre y de cierta forma me sentía mal.

-Carl. -Le llamé.
-¿Si? -Contestó.
-No te importa que pase demasiado tiempo con mi padre ¿No? -Le pregunté.
-¿Que? ¡No! No sabes lo feliz que me hace verte tán feliz de verle de nuevo, de la ensoñadora sonrisa que pones al hablar con él, enserio, estoy muy feliz de que puedas estar con la persona más importante para tí. -Dijo.

Mis mejillas se sonrojaron y una estúpida sonrisa se formó en mis labios.

-La persona más importante para mí eres tú Carl. -Dije.

Era verdad, sé que sin mi padre he podido sobrevivir pero no se que haría sin Carl, sin el estoy segura de que no podría vivir.
El sorprendido sonrió y besó mis labios, enredó sus brazos en mi cintura y me quedé profundamente dormida.

Desperté ya de día y la luz del Sol llenaba toda la habitación, Carl seguía durmiendo.

Me levanté con cuidado de no despertarle y me dí una ducha rápida, al salir del baño ví a Carl ya despierto.

-Buenos días. -Dije a lo que el dijo lo mismo.

Me acerqué y besé sus labios de nuevo, creo que nunca me cansaré de eso, Carl correspondió y colocó sus manos en mi cintura.
Alargamos el beso mientras que al retroceder caímos en la cama, Carl encima de mí.

El beso fue aumentando de tono pues amabas lenguas estaban conectadas, retiré la camisa de Carl a lo que él hizo lo mismo con la mía.
Carl comenzó a dejar un intenso camino de besos en mi abdomen, de abajo a arriba, para después volver a atacar mis labios.

-Me encantas. -Susurró con la respiración agitada.

En un rápido movimiento me coloqué encima de él, coloqué mis manos en su pecho y besé su cuello a la vez que dejaba algunas marcas en él....

-¿¡QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ!?

El amor no es siempre de sangre. /2ªTemporada 'No es más que un Apocalipsis'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora