(54) Cuidado.

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Al poco rato todos volvieron a sus casas, yo me dirigí a la mía de nuevo junto a Rick y Michonne.

Subí al cuarto desanimada, allí estaba Carl con su típica cara de sueño recién despertado, hizo que soltara una pequeña sonrisa.

-Buenos días. -Le dije.
-Buenos días amor. -Contestó. -¿Cuando te has despertado? -Preguntó.
-No hace mucho, todos estaban reunidos por una noticia y fuí a ver. -Le dije apenada.
-¿Que ha pasado? -Preguntó tomando mi mano.
-Gabriel, se ha quedado en el santuario... -Dije.

Carl quedó sorprendido, suspiró y luego me abrazó, abrazo que correspondí.

-No hay casi ninguna posibilidad de que sobreviva. -Dije sincera.
-Quizás lo logre, pero mientras, nosotros no podemos hacer nada. -Dijo Carl.

Me daba lástima por Gabriel más que nada no hacer nada por su vida, pero, este mundo es así continuamente, aunque no logro acostumbrarme...

Me acurruqué en los brazos de Carl, al menos por el resto todo parece ir bien, por ahora.

~~

Bajamos a desayunar junto a Rick y Michonne, al rato llamaron a la puerta con desesperación.
Rick, extrañado, se acercó para abrir. Era Daryl.

-¿Que ocurre? -Le preguntó Rick.
-Tenemos un problema. -Dijo. -Los caminantes que trajimos al santuario, una pequeña parte se quedaron por el camino, el caso es que han formado una horda y no está muy lejos de aquí. -Nos informó.

Una pequeña horda puede ser suficiente para rodear Alexandría, hay que pararla como sea.

Todos nos dirigimos al muro de Alexandría, con unos prismáticos, Rick, miró, asustado, retiró los prismáticos de sus ojos.

-Maldita sea... -Maldeció. -Preparad a todos para atacar, Daryl, que agan el menos ruido posible, debemos alejarlos y acabar con los más cercanos. -Ordenó con rapidez.

Rápidamente todos comenzaron a hacer las cosas dichas por Rick, el ruido y las luces disminuirán, todos estarían alerta y por grupos saldremos para intentar alejarlos y acabar con ellos.

-Taylor. -Me llamó Rick.
-¿Si? -Contesté.
-Necesito salir a un sitio, Carl está al mando, necesito que le ayudes y que salgáis junto a esa horda con ayuda, por favor, tened cuidado y, cuida de él. -Me pidió, me extrañó todo lo que dijo, ¿a donde iba Rick.
-Cuidaré de él. ¿Vas al Santuario? -Dije obvia.
-Necesito ir. -Afirmó, ahora entiendo su preocupación, es algo demasiado peligroso....

Rick me abrazó y comenzó a alejarse.

-¡Hey! -Lo llamé, me miró. -Ten cuidado. -Le pedí, el sintió, me dedicó una pequeña y recondortante sonrisa y se marchó.

Suspiré, entonces noté que una mano tomaba la mía, me giré, allí estaba Carl.
Sonreí antes de tomar su otra mano.

-Iremos junto a Daryl, Rosita, Tara y Dianna, la cual se ha ofrecido. Tomaremos las motos para ir más ligeros, mi padre me ha explicado el plan. -Me informó, yo asentí.

Me extrañaba que Dianna se ofreciera a la misión, quizás se haya recuperado de sus pérdidas, aunque no creo que nunca nadie supere eso, solo, se aprende a vivir con el dolor....

Tomamos las motos, yo con Carl, Daryl con Rosita y Tara con Dianna, nos armamos, Michonne se quedó al mando para vigilar Alexandría.

Salimos de Alexandría, en una media hora de trayecto logramos divisar a la horda, nos acercamos un poco a ellos, Daryl y Rosita los comenzaros a alejar dirección contraria mientras que los demás dejamos las motos y comenzamos a acabar poco a poco con los caminantes más cercanos.

Todo parecía ir bien cuando un caminante salió sesprevenidamente del bosque y me agarró de los hombros, grité intentándolo alejar de mí pero era imposible, todos se percataron así que dirigieron su vista al caminante y acabaron con él, me tranquilicé, lo cual no duró mucho porque debido a ese despiste uno de los caminantes alcanzó a Dianna, apunté, su cara estaba demasiado cerca que la de Dianna, podía dispararle sin querer.
Logré centrar la mira en el caminante y disparé, pero, mientras apretaba el gatillo pude ver cómo el caminante incaba sus dientes en el cuello de Dianna.

-¡NO! -Grité.

Tara se agachó para tomar el cuerpo de Dianna antes de que cayera al suelo.

-Dejadme, dejadme morir, no perdáis más tiempo en mí. -Dijo Dianna.

Ninguno reaccionó, solo la mirábamos apenados o incluso con lágrimas en los ojos.
Dianna no esperó más y tomó su arma para apretar el gatillo en su cabeza....

El amor no es siempre de sangre. /2ªTemporada 'No es más que un Apocalipsis'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora