(12) Encuentra el momento adecuado.

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Comenzó a seguirme mientras yo retrocedía poco a poco, estaba tranquila hasta que mi espalda chocó contra la pared lo cual me impedía retroceder más, aquel monstruo se acercaba con rapidez a mí.
Hasta que éste paró en seco al ver que alguien le había clavado una especie de metal en el estómago.

-¡Agachate! -Gritó Carl, así hice.

Aquella máquina que tenía dentro el caminante comenzó a girar con tal fuerza que comenzó a destrozar el estómago del monstruo acabando con él por completo.

Cayó al suelo y pude ver a Carl.

-¡Esto es asqueroso! -Me quejé.

Todo el suelo estaba repleto de sangre o vísceras y el olor era repugnante, Carl río ante mi cara y comenzamos a rebuscar por la nave, por si tuviéramos suerte de encontrar algo.

-¡Carl! -Le llamé al ver que había una caja llena de armas y municiones.

Carl contento la tomó y comenzamos a guardarlas.
Detrás de esa caja logré ver otra más pequeña, extrañada la abrí y logré ver que eran preparados de carne, listo para hacer, instantáneamente me entró hambre.

-¿Tienes hambre? -Le pregunté sonriente a Carl.

Carl me miró extrañado y miró la caja, sorprendido sonrió.

-¿Los probamos? -Preguntó contento.
-¿Porque no? -Contesté y acto seguido vaciamos la caja.

Tomamos uno para cada uno y siguiendo las instrucciones en 15 minutos ya estábamos comiendo, estába realmente delicioso.

Al terminar de comer salimos de la nave y comenzamos a caminar, nose por donde podría estar mi padre, en un día no a podido ir demasiado lejos pero a nuestro ritmo no llegaríamos muy lejos, además después de poco más de una hora ya me comenzaban a doler los pies.

-¡Taylor mira! -Escuché a Carl asombrado.

Me giré dudosa, ví que Carl tenía una bolsa con 2 pares de patines, sonreí y me acerqué rápidamente a él.

-¿Como los has encontrado? -Pregunté asombrada.
-Estaban aquí. -Dijo señalando uno de los árboles.

Contenta me abracé a él.
Tomamos los patines y nos los colocamos, eché mis botas en mi espalda donde estaba mi mochila y Carl en su hombro.

Me levanté y mantuve el equilibrio, Carl hizo lo mismo solo que no con tanto equilibrio pues casi cae.
Reí y tomé sus manos, ambos pudimos tomar el equilibrio y comenzamos a deslizarnos por la carretera mientras sostenía su mano.

Los patines me encantaban, eran más rápidos, cómodos y divertidos.
Seguimos camino mientras reíamos, paré por un segundo y me giré quedando en frente a Carl quien me sostuvo de la cintura con una sonrisa.

Cerré mis ojos con tranquilidad y besé sus suaves labios, apoyé mis brazos en su cuello y me dejé llevar por las ruedas de los patines.
Era como un momento mágico, aunque todos en los que estoy con él lo son.

~~

Después de un rato por el bosque no encontramos nada, hasta que escuchamos un fuerte ruido.
Carl me miró extrañado a lo que yo hice igual, nos retiramos los patines para no hacer ruido y nos acercamos al lugar de donde provenía el golpe.

Nos escondimos detrás de unos arbustos, logramos ver bastantes hombres.

-Salvadores. -Dije entre dientes.

Como los odiaba, tenían a Daryl, y van a pagar por todo lo que han hecho.

Solté un grito ahogado al ver a Daryl entre ellos.
Pero lo tenían con ropa vieja y sucia, con una A pintada en el centro.
Se reían de él y estaba completamente dañado, su piel estaba sucia e irritada.

Las lágrimas comenzaron a abundar en mis ojos.
Tenía que ir a por él, no podía dejarle asi.

-Carl, no podemos dejarle. -Dije mirándole con tristeza.
-Lo sé, pero si salimos ahora podrán con nosotros, son demasiados. -Me dijo.

Me comenzaba a estresar, al parecer Daryl nos vió, y negó con la cabeza para que no hiciéramos nada pero no estaríamos de brazos cruzados.

-Ya sé, ¿Hemos encontrado armas no? -Dije.

Carl asintió.

-Déjame una pistola con silenciador y cargador lleno. -Le pedí.

Carl extrañado me lo dió.

Saqué mi mochila y en una hoja escribí una pequeña frase 'Encuentra el momento adecuado'.

Miré a Daryl, y cuando éste centro su vista en mí le hice una señal para que se alejara un poco de los salvadores, lo más cerca que pude le dejé el arma y la nota, no tardó mucho en darse cuenta y guardarse ambas cosas bajo su ropa, sé que Daryl logrará escapar.

-Vaya, eres bastante ingeniosa. -Dijo Carl con una sonrisa, provocando algunas también de mi parte.

Nos quedamos más esperando y escuchamos un tiro, después comenzaron a jugar con un caminante, ya que escuchábamos los rugidos y las risas de los salvadores.

El amor no es siempre de sangre. /2ªTemporada 'No es más que un Apocalipsis'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora