(10) Por un por siempre juntos.

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Nada más entrar al jardín ví que todo estaba repleto de flores y algunas velas, una pequeña mesita blanca con dos sillas, era realmente hermoso, de repente unos brazos rodearon mi cintura, al principio me alarmé pero al oler el aroma de Carl me tranquilicé.

Tomé sus manos para entrelazarlas con las mías y puse una sonrisa, Carl apoyó con tranquilidad su cabeza en mi hombro, me giré para quedar cara a cara con él.

-¿As preparado esto para mi? -Dije sorprendida.
-¿No te gusta? -Dijo sonriente.
-Me encanta, es hermoso Carl. -Dije juntando nuestras frentes.
-No tanto como lo eres tú. -Dijo acercándome a él por la cintura.

No pude evitar sonrojarme con una sonrisa en mis labios, los cuales en un segundo ya estaban en los de Carl, ambos unidos en un precioso beso.
Mis brazos estaban enredados en el cuello de Carl.

-Te amo Taylor. -Susurró en mis labios.
-Y yo a tí Carl. -Susurré de igual forma.

Carl me guió hasta la mesita, al parecer había preparado una cena para ambos.

Justo estaba anocheciendo y se veía una preciosa puesta de sol.
Estuvimos cenando tranquilamente, era un momento inolvidable e inimaginable.

-El postre no será aquí. -Dijo Carl.

Yo le miré extrañada.
Tomó mi mano y me dirigió para arriba de la casa, en una de las habitaciones llegamos hasta el tejado, ese tejado donde nos solíamos subir para pasar tiempo juntos, me encantaba.
Nos sentamos en el tejado cuando me dí cuanta de que había algo.

-¡Puding! -Dije emocionada, efectivamente había una deliciosa lata de Puding.

Carl sonrió ante mi reacción, nos sentamos y comenzamos a comer el Puding.

-Me encanta. -Dijo Carl comiendo Puding, se veía tán gracioso.
-¿Sabes? Alguien me enseño una forma de la que está aún más rico. -Dije sonriendo.

Acto seguido besé los labios de Carl, Carl no pudo evitar sonreír y seguir mi beso.

~~

Era bastante de noche, habíamos estado bastante tiempo allí, pero no nos importaba.

Ambas lenguas danzaban a la par mientras que yo me encontraba tumbada encima de Carl quien estaba recostado sobre las tejas del tejado.

-Carl, es la mejor noche de mi vida. -Le susurré.
-Pues aún no te he dicho lo importante. -Dijo sonriente.

Yo le miré extrañada, nos incorporamos y Carl tomó mis manos antes de comenzar a hablar.

-Verás, Taylor, nose como decirte todo lo que siento por tí pues creo que es imposible explicarlo con palabras, quiero que sepas que me encantas, me encanta tu sonrisa, tu pelo, tu aroma, tus labios, tus besos.... Te puedo asegurar que a quererte no me gana nadie pues te amo más que a mi vida y más que a cualquier persona que pueda existir, por eso, te quiero preguntar algo. -Hizo una pequeña pausa antes de seguir. -Taylor, quiero que seas mi novia, la chica con la cual despierte cada día, con la que esté un pasado, un presente y un futuro, porque es con tigo con quien quiero tener una hermosa familia y un increíble futuro, y sé que esta vez no nos separaremos, será para siempre Taylor, un por siempre juntos.... ¿Que me dices? -Terminó de decir.

Mi cuerpo estaba inmóvil, cada palabra que decía Carl puedo asegurar que llevaba a mi corazón, mis ojos estaban cristalizados, lo que él producía en mí era inimaginable pues jamás me imaginé algo así, algo tan, perfecto....

Por fin reaccione y respondí a la pregunta de Carl.

-Por un por siempre juntos. -Contesté.

Yo también estaba segura de que no nos volveremos a separar, sé que esto será para siempre, el y yo.

Carl sonrió antes de llevar sus labios a los míos, el silencio de la noche abundaba en Alexandría, era oscuro y el cielo estaba repleto de preciosas estrellas.

Sólo se oían los chasquidos de nuestros labios, lo cual me encantaba.

Sus labios eran perfectos, él en sí es perfecto, y lo amo como a nadie.
Sinceramente no me imagino una vida sin haberle conocido, sin que este desastre se propagara en la tierra, porque si para conocerle tenía que ocurrir, mereció la pena.

Nose cuanto tiempo estuvimos allí, pero no quedaban muchas horas para que amanecera, en todo caso nos fuimos a descansar al dormitorio, me acurruqué en sus brazos y me quedé profundamente dormida.

~~

Desperté ya de día, por la luz del sol dándome en los ojos, Carl no estaba, pues no sentía esos brazos rodearme.

Me levanté, me lavé rápidamente la cara y me vestí.

En ese momento entró Carl, le dediqué una sonrisa el cual hizo lo mismo.

El amor no es siempre de sangre. /2ªTemporada 'No es más que un Apocalipsis'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora