(40) Una sorpresa.

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Comenzamos a tomar todas sus armas, la verdad no estaba segura de esto, quizás estamos quitándole las cosas a gente para luego ni siquiera ganar contra Negan....

Tenía la vista fija en un sitio mientras pensaba en todas las consecuencias, seria alcé mi vista, mi mirada chocó con la de Carl quien me miraba con preocupación, instantáneamente éste sonrió, formó una tierna sonrisa cerrada en sus labios, no pude evitar poner una tímida sonrisa.

Seguimos nuestro trabajo, ya teníamos casi todas las armas y suministros, de repente la señora mayor se levantó y comenzó a quejarse.

-¡Soltadnos ahora mismo! Os mataré a todos. -Dijo.

Carol intentó tranquilizarla, sé que es injusto pero nada aquí lo es.
Cuando pensamos que se había tranquilizado tomó una piedra cuando estaba a punto de darle con ella en la cabeza a Carol la chica morena de antes le dió a aquella mujer, dejándola insconsciente.

Tara la miró sorprendida, al igual que Carol.

-Gracias. -Agradeció Carol, la chica solo asintió.

Terminamos de tomar las armas, las guardamos en nuestros camiones y nos preparamos para volver a Alejandría.

Notaba el dolor de Tara al haber hecho esto, sé que se siente mal pero no podemos hacer nada, es por el bien del grupo, además, Rick tenía la decisión tomada.

Nos montamos en los vehículos y partimos rumbo a Alejandría.
Por el camino se hizo de noche por lo que no tardó en entrarme sueño, debido a todas las horas de camino acabé quedándome dormida en el hombro de Carl quien también se quedó dormido apoyando su cabeza sobre la mía.

~~

-¡Despertad chicos! Hemos llegado. -Escuchaba la voz de Rick.

Abrí mis ojos lentamente, Carl se incorporó y adormilado salió del coche, yo hice lo mismo.
Nos reunimos todos alrededor de Rick quien comenzó a hablar.

-Hemos conseguido las armas, ahora nos queda plantear un plan para derrotar a Negan, llevaremos las armas a la armería y las tendremos bien protegidas.

Rápidamente hicimos lo que nos dijo y dejamos las armas en la armería, cansados, nos dirigimos cada uno a nuestra casa a descansar, llegué a mi habitación junto a Carl, me puse ropa cómoda, me eché en la cama, Carl hizo lo mismo y se tumbó a mi lado.

-Aquello era precioso. -Dije.
-¿Como? -Preguntó Carl desconcertado.
-Ocenside, tenía mucha vegetación, flores e incluso mar. -Dije con una sonrisa ensoñadora.
-Aquí también hay vegetación. -Dijo Carl.
-Si, pero no mar.
-¿Te gusta el mar? -Preguntó.
-Me encanta, iba con mis padres todos los veranos.... -Mi sonrisa se borró de mi cara al recordar aquellos momentos.

*Recuerdo*

-¡Vamos al agua! -Me animaba mi padre.
-¡No! ¡Esta congelada! -Me negaba.
-¡Hace calor! Vamos pequeñaja. -Dijo tomandome de las piernas y llevándome en brazos hacia el mar.
-¡No! Mamá, no quiero. -Decía mientras reía a carcajadas.

*Fin del recuerdo*

-Estoy muy cansada. -Dije escondiendo mi rostro en la sábana.
-Pues descansa princesa. -Dijo Carl enredando sus brazos en mi cintura.
-¿Estas bien? -Me preguntó Carl.
-Si, lo estoy. -Mentí con un intento de sonrisa. -Buenas noches. -Dije besando sus labios.
-Buenas noches amor. -Contestó.

~~

Desperté con la luz del sol dando en mi cara, abrí mis ojos con dificultad y comencé a buscar esas manos que siempre estaban en mi cintura, pero no estaban.

Me incorporé y cuando pude abrir los ojos con facilidad me di cuenta de que Carl no estaba en la habitación, seguramente esta ayudando a su padre o algo por el estilo.

Me dirigí al baño para darme una ducha, en 15 minutos salí y me cambié de ropa.
Escuché un ruido y seguidamente la puerta se abrió.

-Hey, buenos dias. -Dijo Carl quien entró a la habitación.
-Buenos días. -Dije con una sonrisa. -¿Donde estabas? -Pregunté.
-Preparando unas cosas, por cierto, dime que no tienes nada que hacer hoy. -Dijo con una sonrisa.
-Emm, pues no. -Dije.
-Genial. -Dijo Carl.
-¿Por? -Pregunté confusa.
-Ya lo verás, preparate en una hora en la puerta de Alejandría. -Dijo.
-¿Que? ¿Para qué? -Seguía preguntando.
-¡Sorpresa! -Dijo Carl. -Te va a encantar. -Dejó un beso en mis labios y salio de la habitación dejándome totalmente desconcertada.

¿Que estaba tramando? Eso me dejaba intranquila. De todas maneras hice lo que me dijo, comí algo rápido, tomé mis armas y algo más de comida y salí de casa para dirigirme a la puerta.

El amor no es siempre de sangre. /2ªTemporada 'No es más que un Apocalipsis'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora