52. Babysitter

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— ¿Puedes moverte, por favor? — Pide amablemente Cameron.

— No. — Me cruzo de brazos aún sentada en su maleta vacía.

— ¿Porque estás enfadada? Te dije que puedes venir conmigo. — Dejó la ropa en la cama y se sentó en la cama frente a mi.

— No quiero ir, no quiero que — Me quede callada.

— ¿No quieres que vaya?

— No dije eso. — Fruncí el ceño. — Te perderás el siguiente show lo cual, no tiene sentido porque las fans vienen por ti.

— Eso no es cierto. — Se levantó de la cama.

Me cargó en sus brazos y me arrojó en la cama, lejos de su maleta.

— Por eso, vete — Olvida mi nombre, mi casa... Me tapé la boca con mi mano, intentando no reírme por recordar esa canción. Esto es algo serio Whitney, serio ¡No te rías!

Solté una risita y Cam se volteó hacia mi extrañado.

— ¿De que te ríes? — Preguntó con una sonrisa. El piensa que es un juego pero aunque no pueda estarlo, estoy hablando muy enserio.

— Nada, me acordé de un meme. — Dije intentando ponerme seria otra vez. — Pero estoy siendo sincera, ve a Milán, será bueno tener la habitación para mi sola. — Me cubro con la manta.

— No te enojes.

— No estoy enojada. — Si estoy enojada.

Siento sus pasos acercarse y luego me quita la manta de la cara. Me mira con su sonrisa burlona e intenta besar mi mejilla pero me quito.

— Déjame en paz. — Digo molesta para luego salir de la habitación.

Me siento muy mal por tratar a mi hermano así, pero últimamente me e sentido eufórica por la salida de Jacob del tour, los mensajes anónimos, tengo esa sensación de querer llorar todo el tiempo y no tengo idea de porqué, y ahora Cameron fue invitado a un desfile de moda en Milán.

Debo disculparme, cuando estoy enojada digo cosas que no quiero. Y tampoco quise hacer sentir mal a Cameron.

No había notado que me quedé parado en la mitad del pasillo hasta que la puerta de mi habitación se volvió a abrir.

— Lo siento. — Dije hacia mi hermano con mi mejor cara de perrito.

— Heriste mis sentimiento, me debes una — Puso su mano en su pecho dramáticamente.

— Está bien. — Sonreí tímidamente.

•••

Me encuentro sentada en una rincón del ascensor dibujando. Aún es temprano por lo que la mayoría de los chicos fueron a la piscina del hotel, pero yo decidí quedarme porque estoy enfermando.

Una señora mayor entra.

— ¿Que piso? — Saltó del susto.

— A la recepción, por favor — Dice mirándome divertida.

Suelto una risita por su expresión, no me había visto al entrar. Dejo mi cuaderno a un lado y aprieto el primer botón para luego sentarme.

Estuve unos segundos mirando a la señora hasta que ella se dio cuenta, dirigí mi mirada al otro lado del ascensor y luego volví a verla cuando ella se volteó.

— Usted se parece a mi abuelita, creo.

— Tu abuelita era elegante y divertida. — Dice modesta a lo que río.

I'm Cameron Dallas SisterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora