CAPÍTULO 45: SORPRESA

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Dos meses después de enterarse que estaban esperando a segundo hijo, Harry y Ginny finalmente podrían contarle a su familia dado que por sus compromisos no habían podido hacerlo. Se tiempo se iba entre el trabajo y su familia, en muchas ocasiones debieron sacrificar su tiempo libre para el trabajo pero sin descuidar a su hijo: Teddy.

Si Ginny iba a entrenar en las tardes lo llevaba con ella, mientras ella entrenaba Teddy usaba una pequeña escoba que le regalo su tío George en su tercer cumpleaños pero si entrenaba en la mañana era Harry quien lo llevaba con él. En su oficina Harry había adecuado un espacio para él, tenía todo lo que le gustaba: libros, libretas, juguetes y unas cuantas cosas más.

Para tan solo tener 8 años Teddy aparentaba tener más, se había adaptado a la rutina diaria de sus padres tanto que ya para él no era nada extraño estar en diversas ciudades a lo largo del año. Sus padres lo habían inscrito en una escuela muggle apenas cumplió los tres años por tanto parte del día estaba compartiendo con otros niños y aprendiendo de un mundo muy diferente a aquel en el que él vivía.

Aprendió a leer más rápido que todos sus compañeros, también se le facilitó mucho aprender todo lo que le enseñaban lo cual le permito ocupar su tiempo en otras actividades: dibujar, crear historias, leer libros para niños más grandes con los cuales dejaba volar su imaginación por horas, práctico algunos deportes pero su falta de coordinación le hizo complicada la tarea. Aprendió a no aferrarse mucho a las personas, tenía claro que con la profesión de su madre no estaría mucho tiempo en una misma ciudad como para crear grandes amistades pero a pesar de eso logro conservar a un par de amigos en España, ellos le enviaban mensajes a través de sus padres, a los cuales el respondía de la misma manera. Habían acordado verse en el verano, a sus padres les pareció una gran idea así que estaban organizando todo.

Cuando se enteró de que sería hermano mayor, se emocionó demasiado tanto que esa misma noche se dedicó a hacer el primer regalo para su hermano: un dibujo de su familia, estuvo trabajando en el hasta que su mamá lo descubrió despierto tan tarde y lo mando a dormir.

Con el pasar de los días comenzó fue llenado el cuarto de su hermano o hermana de dibujos que mostraban diversas historias de su familia. Cuando estaba en la oficina de su padre se dedicaba a escribirle un pequeño libro de historias que venían a su mente. Su imaginación era ilimitada y sabía que era un bien escritor teniendo en cuenta su edad o eso decían sus padres y profesores, que en el futuro podría publicar excelentes libros, él no descartaba la idea en algún momento hacerlo pero en su mente estaba más que claro que quería para su futuro: ser como su padre un Auror.

Durante esos meses Ginny comenzó con la etapa de antojos y malestares típicos del embarazo. Harry estaba más que dispuesto a complacerla en todo lo que quisiera por más extraño que fuera y sin importar la hora. Su hijo se acostumbró tanto a ese tipo situaciones que en su maleta cargaba cosas que a ella le gustaba en caso de que las que quisiera cuando salían juntos. Y cuando Charlie estaba en la cuidad solía llevarle todas las cosas que le gustaban solo por consentirla, en ese momento era imposible saber quién la consentida más: su esposo, su hijo o su hermano.

Finalmente tenían todo listo para recibir a su familia que llegaría en dos días, habían ampliado tres habitaciones para que todos quedaran cómodos, comida suficiente para todos, una zona de juegos para los pequeños... Charlie les ayudo organizar todo para la llegada de la familia y un poco con la sorpresa.

Dos días después...

A qué horas dijeron que llegaban? – dijo Harry mientras se terminaba de arreglar

A las 3 – dijo Ginny mientras salía de la ducha – aunque conociéndolos es posible que lleguen antes.

Bueno eso es de esperar de tus padres – dijo Harry mirándola – pero tus hermanos son otro asunto.

Un nuevo comienzo ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora