Un nuevo comienzo ...

CAPÍTULO 41: LUNA DE MIEL

Finalmente había llegado el día en Harry y Ginny, viajarian para poder tener su Luna de miel. Habían decidido ir a Italia, era un lugar que ninguno de los dos conocía y que podrían disfrutar durante dos semanas. Lo único que los tenia tristes era que no podrían pasar las fiestas con su familia y en especial con su hijo que se quedaría con su abuela Andromeda, pero dadas las circunstancias optaron por aprovechar esos días para estar solos y disfrutar de aquel mágico lugar.

Decidieron viajar al estilo muggle es decir en avión, Ginny estaba muy nerviosa por el viaje pero Harry durante todo el tiempo se dedicó a brindarle tranquilidad. Cuando finalmente aterrizaron Ginny se paró rápidamente y tomo la mano de Harry para sacarlo rápidamente de aquel aparato con alas como ella le decía.

Después de salir el aeropuerto, tomaron el transporte que los llevo al hotel. Mientras Harry realizaba el registro Ginny se dedicó a observar el lugar, estaba sorprendida por el lugar que Harry había escogió porque era simplemente perfecto. Cuando finalmente subieron su habitación Harry abrió la puerta pero no dejo que Ginny pasara.

Que pasa Harry? – dijo Ginny mirándolo - porque no me dejas entrar?

Porque lo haremos como lo hacen los recién casados – dijo Harry sonriendo y la alzó – así...

Eres muy anticuado Potter – dijo Ginny sonriendo mientras se abrazaba al cuello de Harry

Un poco– dijo Harry sonriendo

Con sumo cuidado Harry la dejo sobre la cama, pero Ginny no estaba dispuesta a dejarlo ir tan fácil así que lo agarró por el cuello de la camisa y lo atrajo hacia ella para besarlo. Harry estaba encantado por la iniciativa de su esposa y estaba disfrutando el momento pero recordó que sus cosas estaban afuera pero sobretodo que la puerta esta abierta.

Ginny...no...quisiera...para...en...este... justo... momento... – dijo Harry entre besos – pero... la... puerta... esta... abierta...y...alguien...podría...vernos...

Entonces mueve y cierra esa maldita puerta – dijo Ginny mirándolo fijamente

Como ordene señora Potter – dijo Harry sonriendo ampliamente, fue rápidamente a entrar sus cosas y cerrar la puerta. Y luego regreso junto a Ginny – y en que nos quedamos?

Creo que tú me estabas besando – dijo Ginny sonriendo pícaramente

Supongo que podre continuar desde hay – dijo Harry sonriendo y volvió atacar la boca de su esposa

Poco a poco la ropa les fue estorbando, hasta que quedaron como Merlín los trajo al mundo. Se besaban, se acariciaban, minutos después unieron sus cuerpos en uno solo. Sintieron miles de emociones a la vez pero esas emociones los unían aún más. Harry se dedicó recorre una y otra vez el cuerpo de su esposa, dejando a su paso besos y caricias que ella disfrutaba, lo hacía despacio no tenía afán, amaba tener a esa mujer de esa manera entre sus brazos y más aun sabiendo que él sería el único que tendría ese privilegio por que ella lo había escogido para estar a su lado por el resto de su vida.

Un par de minutos después con un movimiento rápido Ginny quedo arriba de Harry, había llegado el momento de que ella le hiciera sentir lo que ella había sentido cuando él recorría su cuerpo. Lentamente comenzó a besarlo, se detenía cuando se encontraba alguna cicatriz, se quedaba observándola por un instante preguntándose qué historia se escondía tras ella. De algunas sabia su historia porque sabía cómo se las había hecho pero de otras no, en algún momento le preguntaría sobre ellas pero ahora eso era lo de menos. Pasaran un rato más turnándose para tomar el control de aquella situación, finalmente ambos llegaron al clímax de la relación y poco a poco se fueron se separaron.