Capítulo seis.
[...] era un número desconocido pero sabía quién era, era él. Dudé en responder pero finalmente terminé haciéndolo.
—Creí que quedó claro mi no. —solté en tono cansado.
—Necesito que nos encontremos. —otra vez ignoró mis palabras, era detestable.
—Claro que no, déjeme en paz. —me puse de pie y caminé hacia el armario, una buena ducha calmaría la furia que vengo conteniendo desde anoche.
—Por favor, sabe que lo necesita.
—No, de esa manera definitivamente no, encontraré otra solución.
—Sabe que no la encontrará, solo debe aceptar.
—No, y deje de buscarme. —antes de que siquiera diga otra palabra colgué.
Al parecer jamás se iba a cansar, pero aún así sabía perfectamente que Robert me ayudaría, después de todo no era un mal jefe. Maldición, Robert. ¿Qué habrá pasado con él? Debería llamarlo, aunque mi cuenta de telefono se estaba excediendo, era mejor esperar hasta la noche.
Me di una ducha rápida y me preparé el desayuno, debía hacer algo para entretenerme en la mañana. Dios, me olvidé de salir a correr.Fui corriendo a mi habitación me cambie y salí. Una, dos, tres y cuatro vueltas y ya estoy agotada, pero debo seguir. En una esquina había un auto, lo pude ver y también reconocer, era él, pero ya me sentía lo suficientemente preparada para correr. Siete vueltas y me dirijí a casa, traté de no pensar que en ese momento me estaba siguiendo, aunque la idea principal quizás era que me diera cuenta. Por fin en mi casa pero no pude evitar sorprenderme al notar quien estaba en la puerta de mi casa, era Robert. ¿Qué hacía?
—Charlotte por fin, pensé que... –lo interrumpí.
—¿Qué haces aquí?
—Me preocupé por ti, por lo que paso anoche. —explica acercandose más a mi.
—¿Quieres pasar? ahí te explicaré todo. —dije rodeándolo y yendo directo a la puerta.
—Me parece perfecto.
Saqué mis llaves y entramos, él tomo asiento en el sofá mientras yo me disponía a preparar té, pues era lo único que tenía en mi despensa, tendría que conseguir dinero lo más pronto posible.
—¿Podrías explicarme que ocurrió anoche? —dijo desde el salón.
—Otra vez ese hombre. —respondí mientras preparaba las tazas en la bandeja.
—No te hizo daño. ¿Cierto?
—Tranquilo no me hizo daño, además, ya sé quien es, pero prefiero dejar las cosas así.
—¿No lo denunciarás? —ahora sonaba anonadado.
—Claro que no, es bastante poderoso y no creo que sirva de mucho. —entré en la sala y dejé la bandeja con los té en la mesa, luego tome la mía y me senté en el sofá que se encontraba justo en frente de donde él se encontraba. —Se que no volverá a pasar, ya le puse un alto.
—¿Tú crees? Qué tal si se vuelve habitual.
—Se que no lo volverá a hacer.
—¿Sabes qué? desde ahora te acompañaré.
—Recuerda que anoche te noqueó. —dije con un toque de gracia.
—Es porque no estaba preparado, ahora sé que debo estar alerta.
—No debes hacer eso, yo estaré bien. —aseguré, aunque realmente no estaba segura.
—Ya dije, yo te hare compañía ahora me perdonarás pero tengo cosas que hacer, esta noche puedes faltar. —sonrió.
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Amor por conveniencia ; Izzy Stradlin.
Fanfiction«Ten cuidado de aquellos que fingen amor por interés y amistad por conveniencia, porque ni sus palabras ni intenciones son honestas.» Fecha de publicación: 25.02.18. Hermosa portada hecha por: @vintagesoul