2

299 22 0
                                    


Al día siguiente desperté en la mañana para irme a trabajar. Me duche y me relaje. Tome un taxi de camino al trabajo. Espero que hoy no sea un día tan agitado.

A lo lejos veo a Martha poniéndose el mandil. Dejo mi mochila en el piso y la saludo.

—Hola

—Hola Jul —toma mi brazo nos besamos la mejilla—. ¿Qué tal te fue con tu ligue?

—No es mi ligue —pongo cara de pocos amigos.

—Bueno, bueno, lo que sea. ¿Cómo se llama?

—Alex.

—¿Cuántos años tiene?

—Diecisiete.

—Eres todo un asaltacunas.

La miro sin decir nada, solo con cara de pocos amigos.

—No tanto —de mi mochila saco el mandil y me lo pongo—. Mejor vayamos a trabajar.

El día pasa con rapidez. Cada que puedo reviso mi celular para ver si no tengo algún mensaje de Alex, pero es estúpido porque no me llega nada. No sé ni porque espero un mensaje suyo, a él le gusta alguien más, ayer me lo dejo muy en claro. Aunque eso si me dolió un poco, tengo que aceptarlo. Guardo el celular en la mochila, no quiero saber nada de nadie por el momento.

Continuo con mi trabajo, trato de despejar mi mente de ese niño que me hace sentir muchas emociones, pero es imposible, cada minuto que pasa me entra más ansiedad de ir a ver el celular y mandarle un mensaje. Así que me armo de valor, de nuevo.

Termino de picar la cebolla y corro hacia mi mochila. Saco el celular y entro al baño para poder hacerlo. Lo prendo, pero no tengo nada de él, solo una llamada de mi exnovio Alejandro. Que, por cierto, quedamos que saldríamos un día de estos, creo que es mi momento para hacerlo. Pero primero tengo que mandarle el mensaje a Alex.

Con mucho entusiasmo tecleo rápidamente.

Julián: Amor, ¿Cómo va tu día?

¿Amor? ¿Enserio? Esto va de mal en peor. No puedo llamarlo así, no somos nada, aunque se, que en mi interior me gusta.

Su respuesta es rápida.

Alex: Bien cariño, ¿A ti?

Me entra una felicidad y un alivio al leer "cariño". Puede que si le guste un poco, como a mí. Quiero pensar eso.

Julián: Igual nene.

Antes de salir del baño e ir a terminar mis cosas para poder irme a mi casa, decido hablarle a Alejandro para quedar en vernos.

Busco su número en mi Whatsapp, porque no lo tengo agregado y no lo pienso agregar. Copio y pego el número en llamadas y marco.

—¿Alejandro?

—¿Sí?

—Solo te llamaba para decirte cuando quedamos para salir.

—¿Te parece mañana que es sábado?

—Está bien. Te veo a las dos en el centro comercial.

—Sí, ahí te veo querido.

Sin más que decir cuelgo. Me da un poco de incomodidad, pero ni modos.

Salgo del baño. Termino de picar la verdura para el domingo. En mis tiempos libres le contestaba rápido a Alex. No quería dejarlo esperar tanto tiempo.

BETTER US | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora