Termino de guardar mi ropa en la mochila. Levanto la mirada y ahí está Alex con la misma mirada y cara de tristeza que la primera vez. Suspiro y levanto los hombros expresando que no puedo hacer nada más. Doblo la última playera y la meto para después ir a tocar su rostro por última vez, en este tiempo. Parpadea y agacha la mirada, pero yo no dejo que lo haga. Tuerzo los labios. Lo estrecho fuerte contra mi pecho.
—Ve a cambiarte. Ahorita subo —trato de sonreírle.
Hace lo que le pido. Yo me quedo mirando la pantalla del celular. No he dejado de pensar en si venir a quedarme o no. En primera, necesito encontrar trabajo, un lugar donde vivir y las cosas del hogar. No será fácil. Necesito pensarlo demasiado.
Abro la puerta de su cuarto y me siento en la cama mientras él se está poniendo sus zapatos. Recargo mis manos a los costados mientras él sigue ahí de pie. Me recuesto y sonrío al pensar cosas descaradas. Pone los ojos en blanco y se abalanza para que lo abrace mientras jugueteo con su cabello, que huele de maravilla.
—Ya párate porque voy a llegar tarde, bebé.
Nos paramos de mala gana. Salimos del cuarto y nos encontramos a sus padres. Su mamá me sonríe y yo hago lo mismo.
—¿Ya te vas? —pregunta su mamá.
—Sí, señora, muchas gracias por volver a dejarme quedar aquí en su casa.
—No hay de que, Julián.
Nos damos un abrazo.
—Que te vaya bien —dice ahora su papá mientras nos damos la mano.
Tomo la mochila. Caminamos al camión, para después tomar el metro y llegar a la central. Yo trato de poder platicar con él, no quiero que siga triste por esto. Voy a volver a venir.
Nos sentamos en las sillas de metal, esperando a que anuncien mi salida. Dejo la mochila a un lado y lo abrazo.
—Pasaron muy rápido los días.
—Sí, pero pude estar contigo en tu cumpleaños y eso fue lo que más me gusto —admito.
—Quédate.
Me remuevo en el asiento un poco incómodo. Eso estoy pensando Alex, es muy difícil.
—Eso quisiera desde la primera vez, pero no puedo. Tengo que guardar mucho más dinero para venir —eso ya deberías saberlo.
—Mejor ya quédate a vivir aquí para que podamos estar siempre juntos.
—Pero tengo que volver para poder venir a quedarme a vivir aquí.
Se endereza y busca mis ojos.
—Enserio ¿Si vivirás aquí? —se le ilumina la cara.
Sí, bueno no, no sé la verdad. Yo si quisiera estar contigo todos los días y no venir cada dos o cuatro meses para verte solo cuatro días.
—Pues... por ti, lo hago.
—Pero... tus padres...
A la mierda todo. No lo pensaré más, si me voy a vivir aquí. Me gusta este lugar. Lo haré por Alex, para que estemos bien y seamos muy felices.
—Tendré que hacer muchas cosas haya. Así que tú solo espérame e investiga departamentos en renta —ese será tu trabajo.
—Pero para que vengas también tiene que pasar más tiempo y ya no quiero eso.
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BETTER US | 2
Genç Kurgu"Estoy sentado esperándolo. Miro el reloj del celular: ya a pasado una hora y no llega. Escucho música con los audífonos puestos. Miro una vez más el celular hasta que volteó... esta ahí... esta en la puerta con una gran sonrisa. Me llevo el celular...