BETTER US | 2

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Navidad. Ya es navidad. Un día en el cual yo estaba esperando pasar con él. Nuestra primera navidad juntos. Estaba muy emocionado. La mamá de mi esposo dejo que se quedara conmigo en mi casa a pasarla juntos. Pero primero iremos a dar un pequeño paseo, pero no tengo idea de a donde iremos.

Alex seguía teniendo sus sueños sobre el dichoso hermano. Yo seguía pensando que todo eso lo estaba creando su mente. Él necesita el amor y el compañerismo de un hermano. No es lo mismo ser hijo único a tener uno, dos o muchos hermanos.

Esa noche de Navidad me tocó trabajar, pero iba a salir temprano. Ahora, me llevo mejor con todos y me gusta trabajar aquí, aunque, es un poco más de estrés.

A las siete de la noche voy a verlo. Así que dejo que el día transcurra hasta que llegue la hora de verlo.

Antes de salir, abrazo a todos mis compañeros y nos deseamos una feliz navidad. Eso me recuerda a que también tengo que hacerlo con mi familia. Decido hacer una llamada rápido a casa de mis padres y me quedo un rato platicando con ellos. Me reconforta saber que a pesar de lo que hice, me siguen apoyando. Ahora es turno de mandarle mensaje a Martha y Abigail.

Julián: Martha. Feliz navidad, que te la pases increíble con tu familia y demás seres queridos.

Martha: Gracias Jul, tú igual te la pasas bien con tu noviecito por el que ahora me olvidas.

Julián: Jajaja, bueno, me tengo que ir cuídate. Te quiero.

Cierro su chat y ahora abro el de mi sobrina para felicitarla y quedarme igual a platicar con ella un poco.

Tomo mis cosas para salir. Busco el número de infinito para avisarle que ya salí.

—Hola —su voz se escucha muy quebrada. ¿Ahora por qué estará llorando?

—Hola, bebé, ¿Qué tienes?

—Nada, ¿Qué pasó?

Mmm, eso no me convence del todo, pero bueno, cuando lo vea le voy a sacar lo que traiga dentro que no me quiere decir.

—Ya salí del trabajo.

—Ah bueno, ahorita te veo, te llamo cuando llegue, adiós.

La llamada termina. Wow, sí que tiene algo fuerte. Él jamás me ha hecho esto, es la primera vez que me cuelga muy rápido. Trato de ignorar eso que acaba de pasar, quiero estar feliz, no quiero arruinar esté día. Quiero que salga perfecto.

Salgo de mi trabajo y me siento en una de las bancas que están enfrente del restaurante, cuando lo veo pasar, pero él no se ha dado cuenta de que estoy sentado. Una sonrisa bobalicona aparece en mi rostro.

De su bolsa del pantalón saca el celular para llamarme.

—¿Dónde estás? —mira por todos lados, menos donde estoy yo.

Me paro de la banca y camino hacia él.

—Vengo detrás de ti.

Se gira y mi sonrisa vuelve a aparecer. Lo abrazo con fuerza. Su cuerpo me fascina, sentirlo así, delgado.

Veo a Rocío acercarse a nosotros con una sonrisa.

—Bebé, te presento a mi amiga Rocío.

Dejo que ellos se saluden, pero Alex se sigue viendo un poco incómodo.

—Hola —sonríe mi amiga.

—Hola —una leve sonrisa sale del rostro de infinito.

—¿A dónde van a ir?

—No sé, él.