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Durante el día en mi trabajo no dejo de pensar en lo que paso ayer con Alex, y más las palabras que me dijo. Cada palabra resuena en mi mente. Es como una melodía. Jamás me había sentido tan feliz con unas simples palabras.

Sin duda hice bien en contestar el primer mensaje que me mando.

Martha se acerca a mí frunciendo el ceño.

—¿Qué pasa, por qué esa sonrisa?

—Alex.

—¿Qué paso? Cuéntame todo.

Mientras corto la verdura le platico nuestra discusión y le muestro el último mensaje que me mando, donde dice quererme solo a mí.

—Oye, pues qué bueno, ya ves, yo te dije que, si estaba enamorado de ti, pero no quisiste escucharme.

—Lo sé, lo sé.

—Ay Jul, me alegra verte así de feliz. Qué bueno que al fin alguien te llena y te hace sentir bien contigo mismo.

Muevo la cabeza y le doy un abrazo.

Miro el celular y son las tres de la tarde, creo que ya es momento de mandarle mensaje a Alex. Ya salió de la escuela así que no creo que mi mensaje lo moleste.

Julián: Hola amor ¿cómo te fue?

Alex: Hola, muy bien ¿A ti cómo te está yendo?

Julián: Bien amor.

En su mensaje no lleva ningún apodo. Tal vez, toda vía se siente enojado. Que no lo creo.

Alex: Amor, cuando te fuiste con tu ex ¿qué fue lo que hiciste?

Su mensaje me hace sentir nervioso y con mucho miedo. Al menos tuvo la decencia de decirme "amor".

No sé si decirle la verdad o mentirle. No quiero arruinar nada otra vez

Así que me preparo para escribir.

Julián: Pues una amiga también fue, así que solo fuimos al cine y... no te miento, me intento besar, pero no pasó nada. Pero ahora estoy contigo y quiero seguir contigo.

Una parte de mí se siente avergonzado porque no le dije lo que en realidad paso. Pero quiero evitar problemas.

Alex: Vale. No voy a pelear contigo. Solo no quiero que lo vuelvas a hacer. Y estoy un poco enojado por eso.

Julián: Gracias amor.

Uf, al menos me libre de un enojo. Bien echo Julián.

Alex: Solo quiero estar a tu lado.

Julián: Yo también. Te amo.

Alex: Yo te amo mucho más.

Eso me hace sentir mucho mejor y me da ánimos para hacer mi trabajo con menos estrés.

Dejo el celular y me apresuro a terminar de cortar la verdura y salir temprano, ahora sí quiero llamarle, quiero escuchar su voz. Sé que será como yo me la imagino. Dulce, fluido y perfecta.

Martha me ayuda lavando los cuchillos y cucharas que utilice.

Por fin terminamos. Corro al casillero por mi mochila, me quito el mandil y lo hago bolita en mi mochila. Entro al baño y me quito el pantalón junto con la camisa. Saco una playera y el pantalón de mezclilla. Todo lo meto sin doblar a la mochila, no quiero que s eme haga tarde para hablar con él. Será la primera vez que lo haremos y quiero que durase algo de tiempo, no solo de diez minutos.

BETTER US | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora