15

130 13 0
                                    


Recargo mi cabeza en el asiento cuando el autobús avanza. Miro una vez más por la venta para saber si Alex sigue ahí, pero ya no lo veo. Mi infinito se ha ido. Yo me he ido.

Miro por la venta pensando en lo que se vendrá con él. Sé que le va a afectar mucho y eso me hace sentirme mal conmigo. No quería dejarlo, yo quería quedarme con él más tiempo, pero ya no se podía y eso me frustra. Verlo llorar cuando me despedí de él me partió el corazón.

Me va a extrañar, así como yo lo voy a extrañar a él. Extrañare sus abrazos, su sonrisa, su risa, su voz, su cariño, sus groserías, su delgado cuerpo, absolutamente todo lo extrañare.

Una punzada en el corazón me hace llorar. Por fin puedo sacar mis lágrimas, sin que él me vea. No quería que se sintiera más mal de lo que ya estaba. Solo espero que se vaya con cuidado a casa, no quiero que por estar así le pase algo. No me lo perdonaría jamás.

Entra un mensaje a mi celular. Miro la pantalla y es Abigail.

Abigail: Jul ¿Ya vienes?

Julián: Sí, ¿Puedes pasar a recogerme a la terminal?

Abigail: Sí. Con cuidado.

Ignoro su mensaje y me pongo los audífonos para perderme de mi alrededor. Las lágrimas no han dejado de caer por mi cara. Los conecto al celular y lo pongo en aleatorio. Enchanted, suspiro para dejarme recostar en el asiento y seguir llorando por mi infinito.

Alex está sentado en el piso, llorando muy fuerte. Su alrededor es de un color g

ris intenso. Yo solo lo miro a lo lejos, escuchando su llanto. Comienzo a caminar hacia él, pero no se da cuenta. Está perdido en su mundo triste y gris.

Ya estoy más cerca de él. Toco su hombro con cuidado y él voltea, se pone de pie con la miraba abajo. No sabe que estoy aquí.

Le toco su mejilla para que pueda verme. Sus ojos encuentran los míos. Tiene la cara pálida, los ojos muy hinchados de tanto llorar y se ve desgastado, como si el tiempo lo estuviera consumiendo, pero al mirarme a los ojos, su rostro cambia por completo. Abre levemente la boca y sonríe.

Le da gusto que este aquí, con él.

—Julián —su voz es muy ronca y gruesa

—Aquí estoy, cariño.

Su cara toma su color natural. Es como si mi presencia fuera mágica y cambiara todo su aspecto gris a un color rosado intenso.

Toma mi mejilla con una de sus manos para acariciarme.


Abro los ojos. Miro por la ventana otra vez. Veo que ya estamos entrando a Oaxaca. Frunzo el ceño y reviso la hora. 2:17 de la tarde. Me froto los ojos y pongo atención a la canción que está sonando en mis oídos. Me & The Rhythm. Al menos está una canción movida y no depresiva. Eso me hace sentir un poco mejor porque es una de mis favoritas de Selena Gomez.

Y volviendo a lo de mi sueño. Me preocupa lastimarlo, porque sé que está entregando todos sus sentimientos en mí. Literalmente está empezando a depender de mí y eso no me gusta, porque sé que algún día podré hacerle daño con cualquier cosa que haga o diga.

Pero eso también depende de mí, si quiero hacerle o no algo que lo lastime demasiado.

Mi celular me interrumpe. Es una llamada de Abigail.

BETTER US | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora