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Por fin descanse. El trabajo me tenía muy estresado. Todos los días yo quería llegar y dormir, pero a veces tenía que ver a infinito y prepararle algo de comer. Muchas ocasiones intenté enseñarle, pero seguía teniendo miedo al aceite, así que, tuve que darme por vencido, yo tenía que preparar la comida. Pero en estos momentos, prepararemos todos los arreglos de la muy esperada boda.

Pongo un poco de Adele en el estéreo para ambientar y que no se haga aburrido.

—Listo bebé, ahora sí, a planear nuestra boda.

Tomamos cada uno un catálogo para la decoración. Miro cada detalle y todos se me hacen un poco ridículos. Ninguno se me hace original, todo es como el reciclado del reciclado, nada nuevo. Sin duda descarto todo lo que viene en este dichoso catálogo.

—¿Y si para el decorado lo hacemos como en Crepúsculo? —propone infinito.

En mi mente reproduzco la escena de la boda. Fue en el bosque y ahora que recuerdo, la decoración no era fea.

—¿En un bosque?

—No necesariamente un bosque. Tal vez un campo, con las sillas y mesas como si estuvieran enredadas por las ramas de los árboles.

Cierto, eso se veía tan espectacular.

—Pues no es mala idea, me gusta.

—Para ese entonces podré ayudarte con la decoración. En este mes saldré de la preparatoria y entraré a mi carrera de actuación, pero puedo conseguir un papel en alguna serie de televisión y con eso podremos pagar la decoración.

—No te preocupes, mi tío pagará todo.

Eso también era cierto. Mi tío se ofreció a pagar cualquier cosa que fuera de nuestra boda. No sé porque tanta emoción por querer poner dinero en el cual tendríamos que hacerlo nosotros porque nosotros nos queremos casar, pero no puedo decirle que no.

—No.

—Sí, él tiene bastante dinero y no le importa lo que queramos para la boda.

Eso que acabo de decir me hace sentir muy sucio. Siento como su estuviera abusando de él, pero que necio es mi tío.

—Pero yo también pondré dinero y no me importa si te agrada la idea.

Pongo los ojos en blanco. Él también es muy necio.

—Está bien.

—Entonces, así será la decoración de mesas y sillas.

Asiento y tomo la libreta para apuntar como será.

—Es turno de las invitaciones y para eso yo tenía planeado que las invitaciones fueran como tipos pasaportes y en la portada que tuviera que van a viajar de una ciudad a otra, refiriéndose a que tú y yo estábamos lejos y que tuviste que viajar para poder verme.

Si idea me hace recordar aquella vez que estaba sentado, con nerviosismo, esperando llegar a la ciudad. Ese día jamás lo olvidare y jamás olvidare la primera vez que lo vi a los ojos.

—Pues no es mala idea. Me agrada —vuelvo apuntar en la libreta—. Listo.

Lo demás que teníamos que ver fue más fácil. Todo saldrá como nosotros esperamos. Ahora tenemos que crear la lista de invitados y las damas de honor. Elegimos escoger tres de mi parte y tres de parte de él.

—Yo quiero a Karla, Elián y Lilian —dijo seguro.

—Está bien bebé, tú como toda vía no conoces a mi familia y amigos no tienes por qué preocuparte. Que por cierto el día de nuestra boda te presentaré a toda mi familia y no me importa si aceptan o no que me casé contigo.

BETTER US | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora