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Despierto sediento y un poco adolorido de las piernas. Me levanto del sillón para tomar agua. Tomo un vaso que está sobre la mesa. No sé quién haya tomado agua aquí, pero tengo mucha sed. Me siento en la silla para beberla tranquilo. Después de un rato Alex entra a la cocina y da un brinco cuando me ve. Yo no hago caso a lo que está haciendo. Tomar agua también. Yo lo veo hasta que me decido pararme y arrinconarlo para poder besarlo. Él rodea sus brazos sobre mi cuello.

—Buenos días, amor.

—Buenos días —susurra los más bajo que puede.

—Estaba pensando a donde podríamos ir hoy y quiero ir a comer pizza contigo.

—Mmm, no es mala idea, pero primero hay que bañarnos —con el índice impido que siga hablando.

Quiero hacer algo que se, te encantara.

De verdad me impresiona mi nivel de perversión. Eso sí me asusta.

—No. Primero te hago el amor.

Mis palabras le provocan una sensación de nervios, pero sé que lo quiere. Se muerde el labio inferior. Es momento de actuar. Beso su cuello lentamente hasta subir al lóbulo y mordisquearlo. Él ahoga un gemido mientras lamo su lóbulo. Sus manos se aferran a mi espalda y siento como pulsa mi parte. Tomo sus piernas entre mis manos y lo cargo para subirlo a su cuarto. Lo acuesto en la cama para comenzar a quitarle la ropa.

—Te he extrañado tanto —digo mientras lo beso.

Siento su sonrisa debajo de mis labios.

—Yo igual —su beso se hace más intenso.

Muerdo su cuerpo. Gime con fuerza mientras tira de mi cabello. Ahora yo me pongo de pie para quitarme la ropa. Lo miro a los ojos y veo como se muerde ese labio, se ve tan sexy. Se toca su parte provocándome. Retiro el boxer y mi miembro aparece. Alzo una ceja y él no deja de provocarme con su mirada.

—Ven —suplica.

Me subo en él hasta llegar a su exquisita boca, le muerdo el labio con fuerza y da un respingo.

Bruscamente le quito el bóxer. Levanto sus piernas y me pongo en posición para penetrarlo.

—¿Estás listo? —susurro con mucha excitación.

Él asiente suplicando con la mirada. Con mi saliva lo lubrico un poco. Acomodo sus piernas en mis hombros. Lentamente me hundo en él. Aprieta los ojos con fuerza y yo abro levemente la boca, disfrutando como mi miembro entra en su perfecto culo.

—Te amo —le doy un beso.

—Yo... —empiezo a moverme. Quiero escucharlo con placer— ... te amo más.

Me muevo más rápido. Infinito se aferra de las cobijas mientras grita cada vez más. Siento que llego al clímax. Estoy apunto. La respiración se me acelera y las pulsaciones de mi corazón aumentan.

—Julián —grita Alex.

Lo quiero, quiero ese orgasmo, combinarlos.

—Voy a... —venirme. Dejo de moverme y me acuesto sobre él. Mi miembro pulsa cuando me vengo dentro de él.

—Me encantas, bebé.

—Tú me encantas más.

Levanta mi rostro para sonreírme. Yo hago lo mismo. Me planta un beso fugaz y salgo de él.

—¿Nos bañamos juntos?

—Sí.

Alex se prepara con las chanclas y las toallas. Sale del cuarto para ir al baño. Yo mientras me limpio. Después entro al baño y cierro la puerta. Lo buen oes que estamos solos en casa.

BETTER US | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora