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      28 de marzo


Despierto y otra vez no está aquí. Se quedó dormido de nuevo. Iré a levantarlo y decirle que ahora si iremos a Chapultepec. Salgo de las cobijas. Las doblo y me las llevo bajo el brazo. Abro la puerta de su cuarto. La cama está tendida. No está. Dejo las cobijas en su cama y salgo para buscarlo en el baño. Escucho el agua caer. Se está bañando. Ahora no fue a despertarme. Ignoro eso y regreso al cuarto.

La luz del sol entra por la ventana. Abro un poco la cortina. El jardín de su casa se ve bien y el cielo está muy despejado. Las nubes están blancas y aborregadas. Será un buen día.

—Hola —grita.

Doy un brinco al escuchar su voz.

—Menso, me espantaste.

Se quita la toalla de la cintura y deja al descubierto su trasero y su... mmm. Lo miro muy pícaro. Su cuerpo es perfecto. La forma de su cintura es fenomenal. De tan solo verlo así quiero abalanzarme contra él y hacerle el amor.

—Ya ve a bañarte —dice.

No. Quiero quedarme aquí y hacerte mío de nuevo.

Me acerco para besarlo. Me quedare con las ganas.

Salgo de su cuarto. Decido poner música mientras me baño. Pondré Echo de mi gran Hardwell. Pongo un poco de jabón en la esponja y la paso por todo mi cuerpo. Me lavo las piernas, los brazos, el estómago, absolutamente todo. Después suena Close. Enjuago todo mi cuerpo y cabello. Tomo la toalla y seco todo mi cuerpo. Me preparo para salir del baño cuando encuentro a Alex cerrando la puerta del cuarto de sus padres.

Entramos juntos a su cuarto para que pueda terminar de arreglarme.

Me pongo un pantalón color azul marino y mi playera de Los Juegos del Hambre. Pone los ojos en blanco cuando me la pongo. Yo hago la señal con los dedos.

—No seas payaso —me pega en el hombro.

—Tributo —levanto las cejas.

Vuelve a poner los ojos en blanco.

—¿Me prestas tu chaleco de mezclilla?

—¿Cuál? —no recuerda cual chaleco, pero yo sí. Vi todas tus fotos y me acuerdo que usaste en cada una.

—El que tienes en una foto.

Se pone a recordar hasta que sabe de cual le hablo. Busca entre toda su ropa hasta que lo saca y me lo da. Yo me lo pongo. Huele a él. Manzanilla. Delicioso.

—¿Sé ve bien? —pregunto.

—Sí, te ves bien —sonríe.

Igual tú te ves bien con esa camisa y esos pantalones. Te ves más sexy de lo que ya estás. Deberías vestirte más seguido así. Con eso a cualquier hombre dejas con la boca abierta. Pero pensándolo bien, mejor no te vistas así, todos te miraran y no quiero que pongan la mirada en ti. Solo eres mío.

—Bueno, ahora si vámonos.

Entrelazo su mano con la míay salimos.


  ---❤️--- 


De pronto estamos afuera de la entrada de Chapultepec. Las letras en la entrada son grandes. Miro a todo mí alrededor, hay varios edificios grandes. Me he quedado impactado. Miro a infinito y le sonrió. Él toma mi mano para entrar.

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