6

264 18 1
                                    


La semana paso muy rápido. El trabajo estuvo muy tranquilo a excepción del viernes que tuvimos evento y tuve que estar desde temprano hasta la madrugada.

Hoy, es domingo y también tengo que trabajar, pero es un hermoso domingo. Hoy si me levante con ganas de sonreír. El día está muy despejado y el sol brilla desde mi ventana. Lo único que no me gusta es que hace un poco de calor.

Me voy a dar una ducha rápida y me pongo ropa muy ligera. Un short y una playera azul con rayas blancas. Por los zapatos prefiero ponerme unos choclos color azul.

Preparo mi desayuno y me siento en la mesa.

Abigail, como siempre, está con su novio. No sé para qué me dijo que quería venir a vivir conmigo si de todos modos no va a estar, pero bueno, al menos así tengo tiempo de hacer mis cosas y hablar con Alex.

Que por cierto se me olvido mandarle mensaje.

Julián: Amor, puedo hablar contigo.

Mientras llego al trabajo me puedo poner a hablar con él. Bajo del taxi y entro, no hay mucha gente para ser domingo así que si tengo tiempo.

Recojo el plato y el vaso para después lavarlos y dejarlos secar.

Entro a mi habitación y dejo la puerta abierta. Después de unos minutos mi celular empieza a sonar y veo su nombre.

—Hola amor —le digo.

—Hola bebé. ¿Por qué puedes hablar conmigo ahorita? Si tú estás en el trabajo.

—Porque no hay mucha gente y decidí hablar contigo.

—Bebé... quiero... cantarte una canción —su voz suena nerviosa.

—¡Aw! ¿Cuál, amor? —pregunto muy entusiasmado.

White Horse.

No sé qué canción sea, pero se escucha interesante.

—¿De quién es esa canción?

—De... Taylor Swift.

Ja, no era de esperarse que fuera de Taylor.

—Ay, tenías que ser Swiftie —me río a carcajadas.

Él también se ríe del otro lado del celular. Su risa es una gloriosa sinfonía. Es espectacular y maravilloso escucharlo reír.

—Te escucho —sigo emocionado.

No escucho ninguna palabra más. Solo el sonido de una guitarra. Ya empezó la canción. No puedo evitar sonreír como tonto.

Canta el primer verso de la canción. Me quedo impactado ante semejante sonido que produce su boca. Suena de maravilla.

Sigue cantando y la piel se me eriza.

El último verso sale de su boca y se queda callado. La letra es sobre desamor, pero dejando a un lado eso, es perfecta la canción. Me encanto. Será otra canción que quedará marcada en mi vida porque es la primera canción que me canta.

—Cantas muy bien amor —digo.

—No es cierto.

—Para mí si cantaste hermoso.

Y lo digo enserio.

—Te amo.

Sonrío.

BETTER US | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora