11. Me gusta eso.

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Jade.

Domingo, 10 de Enero. 10:18am.

Hace una semana comenzó la gira de Machine Gun Kelly lo que significa que desde hace una semana mi esposo no está conmigo.

Es difícil lidiar con las hormonas de una mujer embarazada por lo que cierta parte de mi agradece que él no esté aquí. He estado muy sentimental y no quisiera que él estuviese lidiando con mis cambios de humor.

Kells llama cada vez que puede. Siempre está mandando mensajes pidiendo que le mande fotos de mi panza para que él vea a sus hijos.
Hacemos FaceTime, hablamos por cualquier red social, llamadas, mensajes.

Kells y yo logramos encontrar a una mujer que nos brinda confianza para que trabaje en nuestra casa. Tiene 30 años y en verdad es muy agradable.
Al principio no estaba muy segura porque mis hormonas me hacían sentir mal al verla. Es delgada, castaña, blanca, linda. Me aterraba la idea de que Kells se fijara en ella e incluso discutí con él al respecto.
Él se sintió mal al recibir eso. Pero luego de un rato estuvimos mejor.
Ahora que él no está me doy cuenta de lo estúpida que fui al pensar eso.

–Jade... –se detiene y me observa. –¿Vas a salir?

–Si, Kaia. Necesito ir a las tiendas y aprovechando comprar las cosas de la casa. ¿Gustas acompañarme?

–Claro.

Salimos de la casa y subimos a mi auto. Conduje hasta Happy Cooks Green.
Al entrar algunos fans de Machine Gun Kelly me saludaron y me pidieron que me tomara alguna foto con ellos.
Acepté por supuesto.

Luego entre a mi oficina y comencé a supervisar el avance de esta semana. Estadística, ventas, ingresos y egresos.
Me lleve los archivos para revisarlos en casa.

De ahí me fui a Happy Cooks. Hice lo mismo excepto tomarme fotos con los fans ya que solo me saludaron y grabaron. Nada más.
Luego salí de la tienda y subí nuevamente al auto para ir a hacer las compras en el supermercado.

Me siento agotada. Es difícil traer dos personitas en tus estomago.

–¿Traes alguna lista de las cosas que faltan? Porque yo hice una no sé sí quieres que la usemos.

–Si. Me parece bien.

Entramos al supermercado y comenzamos a recorrer los pasillos tomando lo que necesitamos y una que otra cosa extra.
Al salir nos atacaron varios reporteros haciendo sus estúpidas preguntas.

–No entiendo cómo toleras eso. –dice Kaia cuando entramos al auto.

–Tampoco lo entiendo. –digo y enciendo el auto.

Conduje hasta la casa.
Al llegar Kaia me ayudó con la mayoría de las cosas para evitar que yo cargase tantas.
Entramos y acomodamos todo en la cocina en sus respectivos lugares.
Luego comenzamos a preparar juntas la comida.

–¿Y cómo conociste a MGK? –pregunta luego de un rato hablando de temas incoherentes.

–En la fiesta de un amigo que compartimos. –digo picando una zanahoria. No quiero alargar la historia. Kaia se ve una buena persona pero no es bueno confiar demasiado.

–¿Desde entonces salen?

–Más o menos. Comenzamos a conocernos más y esas cosas. –explico.

The Break Up. {Machine Gun Kelly}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora