Capítulo 24 - Ellos (parte 1).

672 73 60
                                    

Marín sólo asintió, aunque detrás de la máscara se podía apreciar una sonrisa de satisfacción—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Marín sólo asintió, aunque detrás de la máscara se podía apreciar una sonrisa de satisfacción—. Fue un placer.

— Un momento cubierto de felicidad, ¿cómo podría arruinarse algo tan bello?... ¡Oh sí! Ya sé cómo —sonreía la sombría criatura, observando desde lejos—. Esto será entretenido.

— Sí, que bueno que regresó y todo eso pero... ¡aún falta algo! —decía exaltado el niño, llamando la atención de los mayores.

— ¿A qué te refieres Kiki? —preguntaba el león, aún con la bebé en brazos.

— Es cierto —reaccionó la amazona—. Ella está...

— Tiene fiebre —interrumpió preocupado Aioria.

— Enfermó cuando Kiki la traía de vuelta al Santuario. Esperábamos que al paso de la semana se recuperara, pero sigue igual —terminó de contar la mujer.

— Tenemos que hacer algo pronto —dijo un preocupado Aldebarán al darse cuenta realmente del estado de la niña.

— Pero, ¿qué? —decía triste el menor.

— Bueno, posiblemente alguno de nuestros compañeros tenga idea de qué hacer. Varios de ellos han convivido más con niños que nosotros —veía intranquilo a la bebé.

— ¿Qué estamos esperando entonces? —Aldebarán caminaba apresurado de regreso a las doce casas, pero se detuvo después de haberse alejado un par de metros, y volvió su mirada hacia atrás.

Suspiró profundamente—. Marín. Te vuelvo a dar las gracias por esto, siento que debido a las leyes impuestas no puedas ir con nosotros, aunque me gustaría que nos...

— Entiendo —sonrío. Sólo te pido de favor que me tengas al tanto de la salud de la niña.

El muchacho sonrió asintiendo para segundos después ir tras el toro que comenzó a caminar nuevamente al ver moverse al león.

El muchacho sonrió asintiendo para segundos después ir tras el toro que comenzó a caminar nuevamente al ver moverse al león

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Prefiero besarme con un vagabundo, antes de besarte a ti! —gritaba molesto.

— ¡Yo primero besaría al patriarca, antes de siquiera tocar tu sucia boca! —respondía al comentario.

12 hombres y un bebé (Caballeros Del Zodiaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora