Así que juntos iniciaron una amistad, un trío dinámico. Siempre hacían travesuras juntas, siempre se la pasaban en casa de alguien, siempre intentaban reírse de algo, siempre parecían estar preocupados los unos a los otros. Habían sabido construir una buena base para una bella amistad.
En una ocasión a las 15, los tres fueron a una parte de un bosque cercano a su ciudad. Sus padres estaban creídos que era por parte de la escuela. Llenos de excitación y adrenalina, colocaron una tienda de dormir y se la pasaron jugando hasta la madrugada, hasta que un lobo aulló. Temblaron de miedo, querían salir corriendo pero ninguno daba el primero paso o perderían. Habían apostado, quién se echaba para atrás debería pasearse por todo el vecindario en ropa interior femenina.
Se abrazaron, por breves momentos se hacían los fuertes machos hasta que escucharon a un búho ulular.
—¡CORRE, IDIOTA! ¡CORRE, HOSEOK! —gritaba NamJoon mientras sujetaba la mano de YoonGi, quienes también iban corriendo muy por delante de él.
—¡ESPÉRENME, IDIOTAS! ¡AAAH!
HoSeok corría desesperado hasta que llegaron un pueblo cercano, entrando rápidamente a una tienda de conveniencia 24 hrs.
[Deberíamos comer algo para el susto.]
Así fue como acabaron comiendo leche y galletas a las tres y media de la madrugada.
También está aquella otra vez, en la que NamJoon estaba cumpliendo 17 años.
La mejor borrachera de su adolescencia.
Sus padres pensaron que su siempre responsable hijo no causaría problemas si lo dejaban solo durante un fin de semana, pero no pensaron en lo influenciable que era con respecto a sus amigos.
[Deberíamos festejar tu cumpleaños otra vez.]
—YoonGi tiene razón. No te ofendas, pero tu fiesta fue un asco —dijo HoSeok.
Estaban sentados en una banca debajo de un árbol. Pronto terminaría la jornada de clases. Los padres de Nam se habían marchado esa mañana.
—Mis padres me la hicieron, ¿qué culpa tengo yo? —escupió ofendido.
—Y para eso estamos aquí. —Se señaló y después a YoonGi—, te ayudaremos a celebrar bien tu cumpleaños.
—Fue hace dos semanas.
[NOS IMPORTA UN CARAJO.]
La noche cayó y tocaron el timbre. Eran sus amigos.
—¿En serio? —preguntó HoSeok, mirando a NamJoon quién traía su pijama puesta.
—Es mi casa, ya déjalo —bufó irritado.
Minutos después se encontraban acomodando las cosas que habían traído HoSeok y YoonGi.
Comida chatarra, refrescos con gas, agua mineralizada, cerveza, vodka y chocolates.Risas, demasiadas risas, música en su máximo volumen.
Visiones borrosas.
NamJoon se levantó con un terrible dolor de cabeza, parpadeó varias veces para acostumbrarse a los pequeños rayos de luz que se filtraban por la ventana.
—La puta madre —dijo anonadado al observar el desastre que habían hecho.
¿Por qué había un unicornio de plástico a mitad de la sala? ¿Por qué había crema batida embarrada en los sillones? Y sobre todo, ¿por qué estaba durmiendo en el sillón? Recordaba haber subido a su dormitorio.
Y más importante aún, ¿por qué sólo tenía calzoncillos puestos?
Mierda.
La cabeza le palpitaba demasiado, tenía unas horribles ganas de vomitar y salió corriendo hacia el fregadero de la cocina.
Cuando hubo acabado, se enjuagó la boca y al darse la vuelta se percató del pequeño cuerpo pálido que estaba tirado a mitad de la cocina. Estaba hecho bolita, con una camisa blanca que le quedaba grande... ¿Esa camisa no era suya? Y unos calzoncillos blancos que dejaban ver sus piernas.
NamJoon lo miró por varios minutos, ¿desde cuándo YoonGi era tan bonito?
Trató de levantarlo, pero se dio por vencido. YoonGi era una roca cuando dormía, lo había aprendido a lo largo de los años. Sin embargo, aún con el insoportable dolor de cabeza lo cargó entre sus brazos para recostarlo sobre el sillón.
«Yoon, tú aparentas no pesar nada pero, ugh, mi espalda», pensó divertido.
Por los movimientos bruscos sintió arcadas aproximarse. Dios, este día iba hacer terrible. NamJoon optó en irse a su cuarto a dormir, HoSeok estaba sobre la alfombra que había en el centro de la habitación, pasó sobre él no sin antes darle una patada en el estómago.
«Estúpido HoSeok, espero que al menos me ayuden a limpiar», pensó cuando sus ojos se cerraron de nuevo.
Se levantaron hasta la noche, limpiaron con mucho esfuerzo todo, y volvieron a dormirse. Los padres de NamJoon llegarían al medio día del domingo, estaban a tiempo para inventarse una buena excusa de porqué la ventana de enfrente estaba rota y cómo habían conseguido un unicornio de plástico de tamaño real, sin recibir regaños.
Les falló todo.
Un mes sin mesada, sin salidas, sin postre. Un mes de estudio en la biblioteca privada del padre de NamJoon.
—Jódanse —les susurró NamJoon a sus amigos. Estaban en la biblioteca leyendo a Julio Verne.
[Pero bien que te divertiste.]
YoonGi sonrió divertido.
—No es tan malo —canturreó HoSeok.
—¡Escucho mucho ruido! —gritó el señor Kim desde afuera.
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Mi corazón pa' ti.
Editado 4/11/18.
Editado 14/07/19.
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«Háblame» [NamGi]
FanfictionEl amor que siente NamJoon se ha ido descubriendo poco a poco. ¿Cómo podría decirle "te quiero" a YoonGi sin arruinar su amistad? O ¿Cómo podría YoonGi amarse a sí mismo? ¿Cómo podría decir "te quiero"?