«Háblame» [NamGi]

pt 5

Cuando compartes mucho tiempo con personas a las que puedes llamar amigos, te das cuenta que las palabras ya no son tan necesarias. Un simple gesto, bufido, alguna expresión puede denotar lo que uno de ellos quieren sin hablar. ¿Por qué? Pues porque llegas a conocer tanto de esa persona, que es como si leyeras la palma de tu mano.

Eso ocurrió cuando los tres jóvenes estaban sentados en la cafetería de la escuela media, era su último año. Faltaban meses para ingresar a la universidad.

NamJoon no dejaba de mirar a YoonGi, quien se encontraba comiendo muy gustosamente mientras revisaba su celular.

¿Con quién tanto hablaba? Jamás lo había visto sonreír tanto. NamJoon apartó su mirada para encontrarse con los ojos de Hobi.

Sí, ya podía decirle de esa manera. Bonito, ¿no? Estúpido Hobi, que tuvo que hacerle esperar años.

La mirada de HoSeok era muy pícara, miró a Nam y luego a Yoon, mostrando una sonrisa dejando ver sus hoyuelos.

Pero... ¿qué?

Pareciera que entraron en una especie de plática sin palabras. Jugaban con sus ojos, moviéndolos para darse a entender.

(A ti... ¿te gusta YoonGi?)

(No, no, no, no, ¿qué cosas dices?)

(Parece que te lo andas comiendo con la mirada.)

(Es mi amigo.)

(Igual el mío.)

-Tsk. -Un chasquido salió de su boca.

(Díselo.) Los ojos de HoSeok miraban fijamente a Nam, con todo el reproche del mundo.

(No, no.)

-¡No le voy a decir nada! -chilló bajito, pero aún así logró acaparar la atención de Yoon quién lo miró confundido.

[¿Qué te pasa?], preguntó dejando el celular a un lado.

-Estás muy ocupado con el celular, ¿no? Bien, nos vemos. Hasta luego, Hobi. -Se despidió con un movimiento de mano. Sus amigos quedaron perplejos. HoSeok quería reírse, pero eso sólo delataría a su amigo.

[¿Qué tiene?]

-La menstruación.

HoSeok rió acompañado de unos leves ruiditos de YoonGi.

* * *

NamJoon se encontraba en su habitación después de una jornada larga, estaba exhausto. Resopló aburrido, sus brazos extendidos por sobre su cabeza.

¿Qué le pasaba? Últimamente no paraba de preguntarse sobre YoonGi. No paraba de pensarle.

¡¿Eso quería decir que le gustaba YoonGi?!

No tenía problema en aceptar que fuese un hombre quién le gustara pero... ¿en serio tenía que ser él? De todas las personas que ha conocido, ¿por qué tenía que ser de uno de sus mejores amigos?

Suspiraba lentamente, su cabeza parecía que iba a explotar.

-Dios... Si existes, dime ¿por qué a mí? ¿Por qué no a HoSeok? Bueno él no... que ni se le ocurra. No, no, no, no.

»Me gusta, ¿verdad? ¡NAMJOON, TE GUSTA YOONGI! ¡ESTÁS BIEN ESTÚPIDO!

Hizo una especie de berrinche, tirando de las sábanas de su cama, al igual que las almohadas. Era tan jodidamente complicado, también porque... Aunque no quisiera admitirlo el hecho de que YoonGi fuera mudo... No era... No es...

No fue lo que pensó acerca de su persona ideal.

Pero ¿realmente importaba?

Conoce a YoonGi desde hace tanto tiempo, ha estado con él inclusive en sus peores momentos y en los más trágicos. Cuando se sentía mal por su discapacidad, cuando creía que no merecía llamarse siquiera "ser humano" porque él estaba "incompleto".

¡No!

¡No importa eso! ¡YoonGi es el ser humano más precioso que ha conocido!

¡Él es arte!

Arte cuando baila y él piensa que nadie lo ve pero NamJoon lo ve, lo ve porque le gusta verlo.

Arte cuando camina porque sus piernas se ven muy bien desde atrás.

Arte cuando brinca y salta de alegría para poder expresar todo lo que siente en ese momento.

Arte cuando está sumamente concentrado porque en sus ojos se refleja todo el amor que le pone a lo que sea que haga.

Arte cuando come, porque el simple hecho de verlo comer te consume el alma.

Arte cuando sonríe y sus ojos se arrugan hasta casi desaparecer.

Arte cuando duerme y no se le ve preocupación alguna en su cara.

YoonGi es arte, pero a veces lo olvida.

A veces NamJoon también lo olvida.

-Ya no quiero olvidarlo -dijo en voz alta.

Lo había aceptado.

-¿Cómo mierda te digo que me gustas? -Se preguntó haciéndose bolita en su cama.

Estaba en la adolescencia, una etapa peligrosa. Donde descubres, donde te enamoras, encuentras, analizas, donde cualquier problema te hace ahogarte en un vaso de agua.

«Solo espero no hundirme», pensó por último antes de cerrar sus ojos. Quería dormir una siesta.

- - -

Gracias por leer.

Editado 4/11/18.
Editado 14/07/19.