El día era soleado, las nubes no se habían aparecido. HoSeok estaba sentado en la silla giratoria enfrente de su escritorio.
Empezó a dar vueltas mirando el techo, y es que de pronto se sentía tan confudido.Recuerda hace mucho, cuando le dijo a NamJoon y YoonGi su gusto por Tae. Recuerda el momento en que este hizo aquel berrinche en la cafetería. TaeTae siempre le estaba recordando lo que sentía por él, pero había algo que siempre hacía que lo ignorara. Estaba sorprendido por la determinación con la que Taehyung vivía cada día de su vida, estaba luchando por él de cierto modo, cada día sin falta le recordaba que siempre estaría para él. Hacía insinuaciones cada que tenía oportunidad y jugaba con sus mejillas. Inclusive cuando sonreía y se le formaban sus hoyuelos, él colocaba sus dedos índices en cada uno, riendo levemente, mirándolo a los ojos haciendo que se sonrojara un poco.
Sin embargo, había algo todavía dentro de él que no podía permitirle darse una oportunidad. Se sentía perdido cuando se encontraba con NamJoon. Sólo bastaba con mirarlo para hacer poner su mundo de cabeza... aún le gustaba. Quizás aún no se había liberado completamente de él.
Pero, era un amor platónico, ¿por qué aferrarse de esa manera? ¿Por qué tratar de soñar con una posibilidad cuando muy dentro de él sabía que nunca podría llegar a pasar?
Sabía que NamJoon gustaba de YoonGi desde hace mucho, y pareciera sin poder creerlo. ¿Acaso era alguna clase de envidia? El hecho de que Nam se fijara en YoonGi y no en él, a pesar de que él sí estaba completo.
Abrió los ojos.
¡Dios! ¿Qué estaba pensando? Jamás en su vida había pasado por su mente algo como eso, ¿por qué de repente sí? Sacudió su cabeza para liberarse de todo tipo de pensamientos crueles, porque eso era lo que estaba pensando. Estaba discriminando a YoonGi por su discapacidad cuando nunca antes en su vida lo había hecho, cuando recuerda perfectamente ir tras YoonGi el primer día que ingresó a la escuela primaria. Su cara llena de timidez, mirando a todos lados con sus ojos ariscos, su piel pálida y su cabello negro. Recuerda cuando intentaba acercarse a él y era rechazado cortésmente, pero rechazado de igual forma.
Abrió un cajón del escritorio, y buscó hasta lo más profundo de este. Su mano se topó con un sobre amarillo, lo tomó con sumo cuidado, estaba algo viejo por el tiempo inclusive crujió como si fuera una hoja de un árbol. Muchas envolturas fueron puestas sobre su escritorio, de varios dulces pero predominaban más las de chocolate. Cada una de ellas tiene un gracias escrito con plumón permanente con la misma letra temblorosa de Min YoonGi.
Sonrió con nostalgia, recordó todas las veces en que iba decidido a la escuela con un dulce para él. Solía recordarle a su madre todos los días que pasara al supermercado por uno o varios para la semana. Aunque siempre regresaba a casa suspirando, desganado porque al parecer la única interacción que siempre conseguiría sería un gracias escrito en una envoltura sucia.
Hasta que NamJoon apareció, y observó como el pálido lo miraba con ilusión, asombro, sigue sin saberlo con exactitud. Sólo sentía algo de envidia —en algún momento lo fue—; por eso se acercó primero a ese chico, le invitó a jugar con él, compartió su almuerzo con él, porque, ¿qué tenía de especial ese niño que tan sólo bastó un día para ganar toda la atención de YoonGi?
Y lo descubrió, pasó tiempo, pero indudablemente lo hizo. NamJoon era especial, destellaba algo misterioso. Tenía conocimientos generales que asombraban la mente de Hobi, la manera en la que los contaba y cómo sus ojos despedían un brillo cuando le preguntaban sobre más cosas. Aunque existía el hecho que, a pesar de eso, era bastante torpe en algunas situaciones; cocinar, por ejemplo.
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«Háblame» [NamGi]
FanfictionEl amor que siente NamJoon se ha ido descubriendo poco a poco. ¿Cómo podría decirle "te quiero" a YoonGi sin arruinar su amistad? O ¿Cómo podría YoonGi amarse a sí mismo? ¿Cómo podría decir "te quiero"?