pt 29.5.1

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N/A: Se estarán preguntando: "¡Hey, Lali! ¿Por qué no sales del capítulo 29?" Y yo responderé: "No lo sé. Bueno, sí sé pero no les voy a decir."

Así que... Adivina adivinador, ¿cuántos capítulos le quedan a Háblame?

Puse un vídeo para que lo disfruten más. (?)

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Caminaba lo más rápido que podía, sentía la planta de sus pies arder, sus pantorrillas se estaban entumiendo, pero se encontraba al borde de la desesperación

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Caminaba lo más rápido que podía, sentía la planta de sus pies arder, sus pantorrillas se estaban entumiendo, pero se encontraba al borde de la desesperación.

¿Dónde estaba JungKook?

Creyó que estaba en clases, sin embargo, al preguntar a sus compañeros habían dicho que no había asistido ese día.

Entonces, ¿dónde estaba? Se hubiese aventurado a preguntarle a su padre sobre el paradero de su hijo, pero no quería meterlo en problemas. Sabía de sobra que el señor Jung se enojaría demasiado si se enterase que su hijo estaba faltando a clases. Trató de llamarlo, una, tres, cinco, diez veces, ninguna sola vez atendió al teléfono. Mandó mensajes de texto, una, tres, seis, quince, cincuenta veces, tampoco respondió.

Lo buscó por toda la universidad como un loco, acordándose de los lugares en los que un estudiante podría esconderse cuando no quería ver a nadie, pero nada.

No había nada y el alma se le estaba yendo.

Fue a su casa, no tuvo de otra más que caminar, no llevaba consigo el suficiente dinero como para transportarse. A tan sólo cinco cuadras de llegar, no pudo contenerse, y corrió, a pesar del inminente dolor en sus piernas.

«Por favor, ojalá que estés ahí», rogó internamente.

Tocó el timbre con su mano, mientras la otra la apoyó contra la pared para tratar de tranquilizar su respiración.

Nadie atendió.

Volvió a intentar, ésta vez más calmado.

Nadie abrió.

Una vez más.

Nada.

Una vez más, había tocado tantas veces que el sonido del timbre se sobreponía entre sí, causando irritación al más sensible de oídos. Aunado a esto, tocó la puerta con desespero y tosquedad.

—¡Kookie! —gritó—. ¡Por favor, abre!

Paró por un momento, pensando en cómo ingresar a la casa sólo para asegurarse de que JungKook no estuviese dentro de ella.

Sin embargo, se asustó cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a un muy descuidado JungKook.

—¿Qué quieres, idiota? —preguntó severamente molesto—. Si no te atienden a la puerta es porque no quieren verte. —Llevó un pañuelo a su nariz.

«Háblame» [NamGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora