Iban en un taxi. YoonGi había tenido la repentina idea de llevarse a NamJoon cuando iba hacia la universidad. Inicialmente el plan era entregar el regalo y pedirle disculpas, pero eso no le convenció demasiado. Muy simple para su gusto. Así que ideó un plan más emocionante: lo llevaría al parque de diversiones. Los juegos mecánicos siempre habían sido del gusto del moreno, así que, ¿por qué no?
Estando en el taxi, la mano de NamJoon no paraba de sujetar la de YoonGi. Sentía como movía su pierna derecha; estaba nervioso.
Min le había dado al chófer un papel donde tenía escrito el lugar a donde se dirigían, explicaba ligeramente que no podía hablar, y con todo el respeto que tenía le indicó que él tampoco lo hiciera para no arruinar la sorpresa.
Una vez el taxi se detuvo, YoonGi pagó la tarifa correspondiente y bajó con cuidado a un NamJoon que por poco se golpeaba la cabeza. Descubrió los ojos de Nam y dejó que observara el lugar a detalle.—¿Qué? —Salió de los labios de NamJoon, sorprendido.
[¡Sorpresa! ¿Te gustó?]
—¡Claro que sí! —chilló emocionado—. ¡La montaña rusa! ¡Mira, ahí! —Daba brincos como un niño pequeño. YoonGi sólo sonreía en grande, fue una buena idea haberlo traído. Se felicitó mentalmente por su trabajo.
Después de unos segundos en los que NamJoon analizaba un cartel que mostraba el mapa del lugar además de compararlos con los folletos que tenía en sus manos, recordó su enojo. Oh, no sería tan fácil para Min hacerlo ceder.
—Que quede claro —inició volteando a verlo—, esto no hace que se me olvide que no viniste a mi cumpleaños.
Y aunque ya se podría imaginar las razones de su falta, no cedería; se estaba jugando una carta poderosa. Quería ser mimado por Min YoonGi hasta el extremo. Hoy era su día.
[Ya te dije que después te contaré...] Expresó con un ceño fruncido.
—Bien, mientras tanto... —Hizo como si pensara—. Te costará muchos mimos hacia mi persona, por supuesto.
[¿Qué?]
—Quiero mimos, Yoon.
Se acercó a YoonGi para pasar su brazo por su cuello y atraerlo hacia él en un rápido movimiento. Se notaba la diferencia de alturas, gracias a esto NamJoon pudo besar su coronilla fácilmente.
—Te quiero —susurró, dándole otro beso en la cabeza. El más bajo sólo atinó a abrazarlo fuertemente y aspirar el perfume de su camisa. Se sentía realmente bien.
YoonGi se separó unos centímetros para ver la cara de NamJoon, aprovechó el momento para darle un beso suave y duradero. Cortó el beso después de unos segundos más, sonriendo ampliamente.
[¿A qué juego quieres subir primero?]
—¡A la montaña rusa!
Tomó la mano de YoonGi arrastrándolo hasta la Gran Montaña Rusa Super Destroza Huesos. Una gran lista de juegos mecánicos los esperaban y el menor no podría estar más nervioso por querer que NamJoon se sintiera feliz. Pero ¿no lo estaban ambos ya? ¡Era como su primera cita!
—Vamos, Yoonie. ¡Por aquí! —Señaló Nam con su dedo índice un camino que los llevaría al siguiente juego.
—¡Creo que es por acá! —Volvió a gritar señalando otra dirección—. Espera, ¡¿esto está al revés?!
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«Háblame» [NamGi]
FanfictionEl amor que siente NamJoon se ha ido descubriendo poco a poco. ¿Cómo podría decirle "te quiero" a YoonGi sin arruinar su amistad? O ¿Cómo podría YoonGi amarse a sí mismo? ¿Cómo podría decir "te quiero"?