La Mansión Real
Nerviosa agarre mi largo cabello en una alta coleta por el calor que tenía después del largo entrenamiento de hoy, finalmente tome el bolso marrón que reposaba en un lado de la plaza donde estábamos entrenando anteriormente. En él había todo lo necesario para poder llegar a mi casa viva y sin cansancio.
Aun sorprendida no podía creer como Demiam el Alpha estaba interesado en hablar conmigo en su oficina. Aunque para serme más honesta tal vez era para lo que había pensado anteriormente, decirme que no había quedado en los Guerreros del Alpha y que se trataba solo de una broma estúpida mi nombramiento.
-¿Vamos?-me pregunto sacándome de los pensamientos tan estúpidos que estaba teniendo en estos momentos.
-Si- lo seguí nerviosa.
Tratando de disimular mí nerviosismo lo seguí subiendo las escaleras que dividían la mansión real de la plaza. Camine detrás de él hasta llegar a las grandes puertas que protegían la entrada del lugar. Demiam toco dos veces hasta que uno de los protectores del lugar se encargó de abrir la gran puerta dejándome observar un lugar realmente enorme.
-Pasa-me dijo Demiam sonriendo, tendiéndome la mano en sentido de que pasara yo primero, lo que a mis ojos fue un gesto muy caballeroso.
-Gracias-sonreí tímida.
Al finalmente estar dentro del lugar quede totalmente perpleja por lo que mis verdes ojos me estaban permitiendo ver. Se trataba de la enorme mansión real por dentro, a simple vista por fuera es enorme y rodeada de mucha seguridad de los Guerreros del Alpha. Pero por dentro es como si estuviésemos hablando de otro mundo y más para mi si era primera vez que veía algo así.
Lo primero que vi al entrar fue un gran espacio blanco con marrón igual que toda la decoración de la gran casa, decorado con una gran alfombra en el medio del recibidor. Al frente estaba la escalera que permitía llegar al siguiente piso que estaba dividido como en dos secciones, en la pared que estaba detrás de las escaleras reposaban muchos cuadros con los paisajes del pueblo. Por otra parte justo encima de las escaleras estaba un enorme candelabro bellísimo y muy elegante. También había en el pasillo que estaba al lado del recibidor tres grandes puertas marrones, mientras que del lado derecho estaba otra puerta marrón igual de grande que las anteriores.
-Te gusta-pregunto dejando una leve caricia en mi codo.
-Si es muy bonito, bastante elegante.
-Si quieres te doy un recorrido-pregunto interesado.
-No se preocupe señor-le dije educadamente para que no fueran tan obvios mis nervios desde que entramos aquí.
-Bien, vamos a mi oficina entonces y no me digas más señor-sonrió-me llamo Demiam y acompáñame-señalando una de las tres puertas que estaban al lado izquierdo en el recibidor.
Aun sorprendida por el gran tamaño de la mansión real, seguí a Demiam callada sin mucho que decir. Hasta que llegamos a las grandes puertas que el mismo se permite abrir entrando muy cómodamente y como no, si se trata del lugar en donde imagino que pasa horas trabajando. El lugar era muy acogedor, tenía un gran escritorio al frente, un gran mueble marrón, una primera repisa con todos los reconocimientos de la familia real y otra con muchos grandes libros. Mientras que a su izquierda dos grandes fotos familiares. Las cuales llamaron mi atención rápidamente caminando hacia ellas para observarlas muy de cerca, olvidándome totalmente de la persona que se encontraba a mi lado.
En la primera foto se encontraban Isabella y Demiam más jóvenes que ahora muy sonrientes, junto a una señora bastante bien conservada de cabello castaño y un señor muy pálido de ojos muy azules bastante similares a los que decoraban el rostro varonil de mi Alpha. Mientras que en la segunda foto habían dos señores de cabello blanco con dos pequeños niños sonriendo en sus piernas.
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El Trono de Queenstown © ✔ - Editando**
WerewolfHace algunos años mi familia comenzó a educarme sobre la existencia de creaturas sobrenaturales que también habitaban en el pueblo de Queenstown donde nuestros antepasados por seguridad a nuestra especie comenzaron hacer sus vidas, sobre todo porque...