Capitulo 37

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El trono de Queenstown

Narra Samay

-Escúchame Izaro, esa familia tiene que pagar todo lo que les hicieron vivir a nuestros antepasados. Entiendo perfectamente que tu misión es dominar completamente el mundo sobrenatural pero ellos con el pasar de los años por poder hicieron sufrir a la mía.

-Samay no seamos estúpidos, nuestras familias no eran muy honestas que digamos-dijo relajadamente, mientras tomaba elegantemente de su copa de vino.

-No voy a dormir tranquila hasta quedarme con el trono de Queenstown Izaro. Yo misma mate al papa de Demiam-continúe decepcionada-Y eso de que me sirvió, el muy imbécil igual sigue gobernando, el apellido Thomson sigue siendo propietario del pueblo gracias a esa inservible ley, porque si nos vamos a la realidad por ser yo quien mato al padre de Demiam por derecho me corresponde gobernar. Mi familia fue desprestigiada-aclaro-Solo porque mi padre era Hibrido, si entiendes eso cierto. Los Thomson profesan honestidad y ser una familia de bases sólidas y con ideales fuertes, pero tú y yo sabemos que todo eso es una maldita fachada.

-Amor, yo mismo me comprometí contigo para acabar con ellos. Ambos obtendremos la satisfacción plena-dijo el, acercándose a mí tomándome del rostro-Al menos nuestros antepasados hicieron un gran trabajo adueñándose de la sociedad de vampiros, mira donde estamos ahora-acaricio mi mejilla lentamente-Juntos, casados, con un pueblo entero para nosotros. Solo nos queda seguir con nuestro plan. Al final ambos saldremos ganando Samay, no hay de qué preocuparse-finalizo, uniendo sus labios con los míos en un apasionado y frenético beso.

Aquella conversación la tuvimos millones de veces y cada plan terminaba saliendo peor que el otro, hasta el punto de ser el mismo quien se encargara de llevarlos a cabo.

La decisión de amenazar a Megan con la muerte de su familia también había sido un maldito fracaso, terminando ella misma con la vida de mi ex marido. Estuve enamorada de el por años y el sufrimiento de verlo llegar a mi casa en brazos de ella me hacía querer arrancarle la cabeza a esa recién llegada yo misma.

Durante todo este tiempo fingí vivir sin el dolor de no tener a mi rey junto a mí. Pero así era el destino y ahora me tocaba a mí vengar las penurias que atravesó mi familia y la muerte de la persona que se suponía sería feliz junto a mí para siempre. Con ese pensar estuve estos meses intentando entrar a la mansión real de muchas formas y volviendo a fracasar en el intento, hasta el punto de tener que esperar sigilosa hasta que sea el mejor momento.

En el proceso había perdido a muchos hombres, había puesto en riesgo la seguridad del pueblo de Wanaka y hasta me había ganado más enemigos y amenazas de lo normal. Sabía perfectamente que Demiam tenía contactos y de los buenos, pero yo no era estúpida y lo acabaría por donde más le duele actualmente, Isabella y su hermosa Mate.

Hace una semana me había llegado la noticia de que Megan seria proclamada reina de Queenstown en condiciones dadas por la diosa luna.

Tomando en cuenta la magnitud del evento me parecía perfecto atacarla durante la ceremonia y que quedara claro frente a un pueblo completo quien sería la nueva propietaria del pueblo de Queenstown.

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Eran las 11 de la mañana de un día Miércoles cuando me encontraba junto a la multitud del pueblo de Queenstown a la espera de ver a su nueva reina ser coronada por el Alpha natural del lugar, quien había renunciado a su cargo por condiciones de la Diosa Luna.

Había recibido la información de primera mano, aun tenía personas trabajando para mí dentro del reino y los muy idiotas todavía no se habían dado cuenta, lo cual significaba un gran paso para mí en esta oportunidad.

El Trono de Queenstown © ✔ - Editando**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora