Estos días
Los días dentro de la mansión fueron pasando bastante rápido a mi parecer. Pase de entrenar todos los días en las mañanas con Demiam hasta el punto de quedarme en la mansión entrenando hasta tarde en compañía de él junto a su hermana.
Las cosas en cuanto a mi condición habían dado un cambio bastante drástico, los dolores de cabeza se hicieron muy frecuentes, comencé a sentir dolor en la espalda y constantemente también tenía repetidos mareos. Según Isabella esto era normal y se debía a que mi evolución estaba siendo bastante pesada debido a mi contextura. Por lo que comencé a tomar jugos verdes, hacer entrenamiento pesado y aumentar mi peso, para ellos era importante que mi cuerpo humano no comenzara a deteriorarse por ser un cambio tan drástico en un cuerpo tan delgado como el mío.
Había tenido que entender todos mis cambios perfectamente hasta el punto de que mi familia comenzaba a preocuparse por los constantes días que no volvía a casa por haberme entregado tan drásticamente a este proceso. Sebastián con frecuencia venía a buscarme muy preocupado, sin lograr su cometido de llevarme a casa. Aunque lo único bueno de sus repetidas visitas había sido que su relación con Isabella se había hecho muy cercana estos últimos días, hasta el punto de haberlos visto salir una noche de la mansión, mientras Demiam y yo solo entrenábamos.
Si he tenido muchos sentimientos encontrados durante estos largos tres meses hasta el punto de preocupar a mis padres, la sobreprotección de Sebastián, mi unión más íntima con Isabella y la conexión tan especial que iba adquiriendo diariamente con Demiam, me hacían sentirme confundida, todavía tenía mucho que asimilar pero así fue cambiando mi vida durante estos días y me había resignado al hecho de que esta sería mi vida hasta que pueda hacerme cargo por mí misma de este doloroso proceso.
Eran las cuatro de la tarde de un dia miércoles y ya por fin había terminado mi entrenamiento con Demiam por hoy. Las cosas con el iban bastante bien, hace un tiempo le había pedido que se esforzara para poder sentirme más segura al estar con él y debo admitir que lo ha hecho bastante bien.
Al terminar cada entrenamiento el siempre pedía que tuvieran ensalada de fruta preparada para mí para reponerme o simplemente le parecía buena idea llevarme a cenar a la ciudad. Otros días le gustaba quedarse haciéndome compañía en su oficina mientras hasta altas horas de la noche leíamos sobre los misterios de mi especie. Pasamos de ser dos personas con visiones diferentes a personas que pueden congeniar sin ningún problema. Si en el pasado me hubiesen dicho que llegaríamos al punto de tener una relación así, creo que moriría por lo cómico que eso sonaría.
Admitir sentirme bien a su lado me había costado muchísimo, era un sentimiento que había internalizado pero en este tiempo no me he animado a demostrar. Continuaba pensando que Demiam era de esos hombres que siempre obtienen lo que desean y la idea de que conmigo fuese diferente me seguía gustando, estaba loca pero para mí aún tenía mucho sentido.
-¿Qué haces?-pregunto Isabella sentándose a mi lado, mientras yo guardaba mis pertenencias en el bolso negro que me gustaba llamar salvavidas por todo lo que guardaba en él.
-Guardo las cosas en el salvavidas-reí obvia.
-¿Quieres salir esta noche?
-Estoy agotada Isa-dije haciendo puchero.
-Anda-alargo- Sebastián estaría encantado de salir contigo de nuevo.
-¿Cómo sabes eso?-pregunte, levantando las cejas repetidas veces, siendo picara.
-¡No me hagas esa cara!-grito ella sonrojada.
-Los he visto salir Isabella, no me escondas cosas. Más bien quiero saber cómo van las cosas entre ustedes-dije interesada, permitiéndome sentarme a su lado.
-No como antes pero estamos bastante bien. Siento que conozco otra faceta de tu hermano, la última vez para él era muy importante pasar tiempo con ustedes y conmigo, era lo que el más deseaba. Mientras que ahora solo quiere estar dedicado a su empleo en la ciudad. Me hace feliz saber que en algún punto conocí a tu hermano como un hombre de familia y ahora conocerlo como un hombre de negocios me hace sentir segura a su lado.
-Oh, así que ya lo sabes.
-¿Sobre su posición en la ciudad?
-Aja.
-Si claro, antes de todo lo que paso él me había comentado todos los planes que tenía en la ciudad, hasta llegue a tener una reunión con el mucho antes de que se convirtiera en mi mate Megan.
-¿No te preocupa lo ocupado que pueda estar algunos días? Mama y yo todavía luchamos con eso. Sebastián es un hombre bastante ambicioso Isabella y parece nunca cansarse, espero que en el futuro si su relación continúa puedas entender eso.
-Ahorita no estamos precisamente en la misma relación que estábamos antes. Por ahora solo somos amigos que comparten muchas cosas en común. Y Megan-pauso tocándome el hombro-Tu hermano no es el único ocupado. Mi responsabilidad con el reino y el puedo de Queenstown siempre ha sido mi prioridad.
-Y en serio crees que su relación va a funcionar mientras ambos estén ocupados. No me lo tomes a mal-me explique-Solo estoy tratando de entender.
-Cuando amas a alguien de verdad y está destinada para ti, la diosa luna se encargara de hacer que las cosas tomen su rumbo justo Megan. Si es nuestro destino estar unidos como mates para el resto de nuestras vidas sabremos cómo manejar las cosas. Por ahora no es momento de adelantarnos. Esta vez quiero que las cosas salgan bien. Deseo mucho que esta vez funcione, el destino nos quiere juntos-comento enamorada.
-¡Eso fue muy bonito!
-Te lo digo porque me caes muy bien Megan y se cuan interesado esta Demiam en ti. Amo a mi hermano con mi vida y yo haría por el demasiado, solo entiende que él es un hombre complicado y que su posición social no te intimide.
-Isabella yo si llegue a sentir cosas pon Demiam pero para mí todo funciona diferente. Aunque él sea mi mate no puedo amarlo en solo días, yo debo sentirme segura y que realmente estoy enamorada e interesada en esa persona. Sé que en nuestra especie todo es muy diferente pero también somos humanos y me gustaría pensar que para pasar el resto de mi vida con el primero debo permitirme conocerlo. Con Demiam siempre fue atracción física y me llamaba muchísimo el hecho de como su vida ha cambiado tan drásticamente estos últimos años. Sentía mucho respeto por Demiam, no era nada romántico hasta estos últimos días-admití-Él ha sido-suspire-como explicarlo-sonreí-bastante detallista, educado y muy amable, ya sabía que tu hermano era ese tipo de hombre pero últimamente el hecho de que este tan pendiente de mi situación me ha transmitido demasiada tranquilidad para seguir con esto y todo es gracias a él.
-¿Estas consiente de que él sabe perfectamente todo lo que sientes?
-Tengo suerte Isabella-sonreí-Tu hermano aun no logra sentir mis emociones.
-Sigue pensando así-finalizo.
-Ah ¿Qué quieres decir?
-Nada-sonrió-Entonces no vas a salir con nosotros-dijo, levantándose de mi lado.
-No, quiero descansar un poco. Gracias por la invitación-sonreí.
-Igual vamos a salir-intervino Demiam ya bañado, vistiendo ropa deportiva negra y zapatos vans blancos. Muy cómodo para ser el dueño y señor.
-Ustedes realmente son muy insistentes-reí.
-No no-agrego Demiam-Ella va a salir con tu hermano, tu-me señalo-vas a salir conmigo, ella por su lado y nosotros por el nuestro-sonrió pícaro.
-¿Y quién te dijo que yo acepto salir contigo?-dije picara.
-Solo es un presentimiento preciosa-dijo confiado.
-Ustedes son el uno para el otro-intervino Isabella-hasta te veo con la corona en la cabeza-bromeo Isabella.
-Y la tendrá-aseguro Demiam-Yo me asegurare de que eso pase.
-Reí fuertemente-Sueñen-dije cómica-Voy a salir contigo-señale a Demiam-Solo porque eres necio. Pero por favor déjame ir a casa a bañarme por fa. Estoy horrible.
Estaba agotada, deseaba dormir. Llegar a mi casa y descansar pero con este par de hermanos cuando se juntan es imposible negarse a una petición de ellos. Eran idénticos y en este tiempo conviviendo me habían permitido darme cuenta de eso.
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El Trono de Queenstown © ✔ - Editando**
WerewolfHace algunos años mi familia comenzó a educarme sobre la existencia de creaturas sobrenaturales que también habitaban en el pueblo de Queenstown donde nuestros antepasados por seguridad a nuestra especie comenzaron hacer sus vidas, sobre todo porque...