Inesperado
Me encontraba junto a Demiam y Gregorio entrando al pueblo de wanaka con los nervios a flor de piel. Era un lugar bastante frió, delicado y bonito, era bastante espectacular e imponente, demasiado como para que personas con tanta basura dentro de su ser viva en un lugar así. Sabía perfectamente lo que había hecho para tener que venir a este lugar tan repentinamente. Tenía que venir personalmente a entregar el cuerpo sin vida del desgraciado que había decidido irrumpir en mi hogar solo por sed de más poder, eran ideales que para mí no tenían ningún sentido y más si solo se trataba de su absurda codicia.
-¿Estas lista?-pregunto Demiam mirándome tenso.
-No mucho-susurre-Es demasiado que procesar.
Después de aquellas palabras Gregorio comenzó a guiarnos a pie, mientras entrabamos por los arbustos que según cubrían la mansión de los reyes que gobernaban este pueblo.
En mi caso estaba muy intrigada sobre que podría pasar después de entregar el cuerpo que llevaba cargado. Era aterrador, tener una persona entre tus matos sin vida, llena de sangre y prácticamente con la cabeza tambaleante. Nunca me imaginé encontrarme en una situación así pero las circunstancias me llevaron a esto.
Aun caminando bajo la guía de Gregorio, pensaba en todos las situaciones que me había tocado vivir en tan poco tiempo, desde pertenecer a un grupo de personas que protegen al pueblo y su rey, ser la mate del Alpha de Queenstown y hasta evolucionar a un grado de poder igual de superior que la de los dioses hermanos de la Diosa Luna, increíble pero cierto. De paso no había podido si quiera dormir un poco, los recuerdos me estaban aturdiendo y las palabras de Demiam sobre qué debo hacerme cargo de mis actos me estaban volviendo loca.
-Imagino que esa es la mansión-señale ladeando la cabeza, provocando que dejáramos de caminar.
-Si la misma-dijo Gregorio-Deberías entrar sola y con cautela pero el señor insistió en acompañarte por seguridad.
-Pensé que era obvio que podía cuidarme sola-dije obvia, levantando el cuerpo sin vida en mis brazos en demostración.
-Megan las cosas aquí son muy diferentes no sabemos cómo pueden reaccionar. Es mejor que estés acompañada. Y además no tenemos tiempo para discutir esta estupidez.
-¿Es posible que pueda entrar sola?-pregunte a Gregorio ignorando las palabras de Demiam.
-Si es posible y es lo más razonable.
-Yo voy a entrar con ella-dijo Demiam serio-Me importa una mierda si ella quiere llevarme la contraria.
-¡Escúchame!-solté irritada-No quiero que estés en peligro tú también-le dije honesta-Puedo hacerme cargo de esto. Además tú mismo me dijiste que tenía que responder ante mis actos y aquí estoy ¡Maldición! Pensé que era fácil de entender, estoy aquí para cumplir con el protocolo solo quiero terminar con esto de una vez.
-Se perfectamente cómo te sientes desde que veníamos del pueblo Megan, estas ansiosa, preocupada, asustada. Estoy agotado desde que salimos de Queenstown tienes demasiadas emociones encontradas, no estas suficientemente fuerte como para enfrentarte a ellos.
-¿Desde cuándo puedes sentir mis emociones?
-Desde que lo mataste-señalo al cuerpo-Te estás haciendo más fuerte Megan y sé que puedes manejarlo todo, créeme que soy el único que realmente sabe que es así. Pero también soy el único que entiende cómo te sientes realmente. Déjame acompañarte.
-No-dije tajante-Te quiero aquí afuera, cuidando de Gregorio, cuidando de ti y listo, no quiero hablar más del tema. No quiero que nadie más salga herido por mi culpa-solté agotada- Voy a entrar-finalice.
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El Trono de Queenstown © ✔ - Editando**
WerewolfHace algunos años mi familia comenzó a educarme sobre la existencia de creaturas sobrenaturales que también habitaban en el pueblo de Queenstown donde nuestros antepasados por seguridad a nuestra especie comenzaron hacer sus vidas, sobre todo porque...