Capitulo 40

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Capitulo Final

Cerca de mí se escucharon dos aullidos tan fuertes como el mío anteriormente. Lo cual me hizo preocuparme repentinamente debido a que no me imaginaba lo que estaba pasando justo frente a mis ojos. Al subir la mirada lo primero que veo es el cuerpo de Demiam tendido en el piso con una flecha de oro justo enterrada en su costado, siendo rodeado por su madre e Isabella, quienes simplemente le aullaban a la diosa luna desahogando su pesar. Todo había sucedido demasiado rápido, en un momento en el que mis sentidos no se encontraban en orden.

Volteando para detallar de dónde venía la flecha, me doy cuenta como Samay se encontraba en la entrada de la mansión real tomando el arco entre sus manos y con una amplia sonrisa en el rostro. Disfrutando de su gran cometido, por el que tanto profesa haber trabajado. Samay era una mujer que estaba dolida por la muerte de su padre y por todos los prejuicios que tuvo que vivir su familia siendo parte del entorno real. Era una situación que entendía perfectamente, pero me parecía la peor bajeza que una persona pudiese cometer solo por venganza, ponerme en el lugar de Samay no me costaba porque si yo fuese ella también haría lo mismo tal vez con las personas que afectaron a los míos pero no con un pueblo entero tan inocente como lo es Queenstown solo por codicia.

De un momento a otro el pecho comenzó a dolerme repentinamente, pero aun con esa sensación en mi mente y mi cuerpo, decidí correr en cuatro patas hasta ella, jalándola por una pierna y clavándole profundamente los colmillos. Ella en su defensa me daba repetidos golpes en la cabeza con el arco que aun sostenía entre sus manos, con la esperanza de que la dejara en libertad. De tanto insistir el dolor se comenzó hacer presente, sintiendo como de mi cabeza salía una cantidad escandalosa de sangre. La solté sin dejar de actuar rápidamente, quitándole el arco para dejarla indefensa, gruñendo y llenando de baba su rostro.

En cuestión de nada ella me toma del cuello peludo intentando asfixiarme. El dolor que estaba sintiendo en el momento provocaba que mi lobo se estuviese saliendo de control deseoso de sangre y lleno de rabia. Perder a mi padre en estas circunstancias me dejaba un vacío desgarrador en el alma y más sabiendo que mi madre sería la única que tendría que vivir con esta soledad el resto de su vida. Podía entender cómo se sentía el dolor y más ahora que Demiam se encontraba sin vida a unos metros de mí. La sensación podía definirla como si dentro de mi ser hubiese un completo vacío, con un dolor constante en el pecho que no he dejado de sentir desde que aquella flecha atravesó parte de su cuerpo. En un instante la vista se me comenzó a nublar por lo que en un movimiento rápido rasgo el rostro de Samay haciendo que ella velozmente se ponga de pie y comience a patearme repetidas veces hasta el punto en el que mi cuerpo animal comenzó a perder los sentidos, dejándome casi a un pie de morir.

Aun con los ojos abiertos veo como una flecha se dirige justo hacia ella sin éxito ya que velozmente logra huir de todas ellas, escapando como cualquier rata dejando a Demiam sin vida. Samay estaba solo actuando por venganza y si Demiam llegaba a morir hoy, por la diosa luna la buscare y guardare su cabeza en la mansión real como mi más grande recuerdo.

Aun tendida en la entrada, siento como mi madre se dispone a jalarme del pelaje hasta adentrarnos en la mansión, seguidas de los cuerpos desnudos de Isabella y su madre cargando el gran cuerpo animal de Demiam aun con aquella flecha de oro clavada en su costado. Me sorprendía mucho como el dolor y el sufrimiento puede hacernos realizar cosas impensables; en este caso la hermana lo cargaba sin una gota de cansancio en su cuerpo como si ya lo hubiese hecho muchas veces con anterioridad.

Al estar ya dentro del lugar veo como ellas toman camino hasta la oficina de Demiam lo cual me indica que sin más lo llevarían al santuario. Lo que para mí por supuesto tenía mucho sentido, porque Demiam merece una mejor vida que esta que le ha tocado. Él era un hombre tan honesto y real que no merecía pagar los errores de sus antepasados. Tal vez si era cierto que su familia antes tomaba decisiones arbitrarias pero ningún hecho anterior tenía que ver con el como para que una mujer tan enferma solo quisiese pagar sus desgracias con una persona inocente.

El Trono de Queenstown © ✔ - Editando**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora