Más unidos que nunca
Tenía demasiado que internalizar, íbamos en la camioneta camino a Queenstown lo más rápido que podíamos. Llevábamos a Megan aun grave y al cuerpo animal de Julián sin vida llenando de sangre en piso de la camioneta. Tenía demasiadas cosas que atender pero para mí lo primordial era entrar al santuario y ofrecer parte de mi alma para que Megan estuviese conmigo de vuelta.
Al llegar a la mansión después de un largo viaje entro al gran recibidor cargando a Megan dejando a los presentes atónitos por el estado de la mujer que tenía entre mis brazos. Veo como los de seguridad se acercan a Gregorio para comenzar a tomar cartas en el asunto respecto a aumentar nuevamente la seguridad de la mansión y del pueblo en general. Por otra parte estaban también las chicas de las Guerreras del Alpha quienes aturdidas tapaban sus rostros sin poder creer la situación. Finalmente ante mis ojos estaba mi madre tan seria como acostumbraba, Isabella que con solo con ver su rostro aterrado sabía perfectamente lo que estaba sintiendo y para mi sorpresa el cuerpo de Seb acostado en los pies de mi hermana inconsciente. Sabía que algo así podía pasar la conexión de ellos dos era tan fuerte como la de la diosa luna con los suyos, cada vez se me hacía más impresionante ver como la cercanía de esta familia es aún más pura que la de la mía propia.
-Tráelo al santuario-fue lo único que le dije a Isabella, continuando mi camino hasta la oficina.
Ella asustada lo cargo entre sus brazos siguiéndome hasta la oficina en donde ambos sin decir palabras caminamos directamente hasta el santuario para dejarlos reposar a ambos en la cama de piedra donde por segunda vez a Isabella le tocara ver a su mate reposar.
Al ver a Megan débil, con los ojos cerrados y una flecha de oro atravesando su pecho comenzaba a sentirme impotente por no haber hecho nada por ella. Quería ser yo el que estuviese en su posición, ella no tenía la culpa de nada de lo que estaba pasando en su vida actualmente, cuestión que me hacía decepcionarme cada vez más por las dificultades que la diosa luna nos hace atravesar para crecer y evolucionar como animales en condición de ser más fuertes que cualquier otro.
Asustado tome la mano de Isabella para mirarla fijamente, sintiendo como dentro de mí el dolor era aún más grande al verla nuevamente sufrir por ver a su mate en esta situación. Estaba cansado y desganado eran demasiadas emociones estancadas dentro de mi cuerpo, hasta el punto de sentirme también recargado por mis frustraciones propias.
Tratando de hacerle frente a la situación de un momento a otro estoy en cuatro patas, sintiendo como cada parte de mi cuerpo animal estaba completamente tibio por el gran volumen de mi pelaje. Hasta el punto de sentirme sofocado por el grave nivel de emociones que recorrían mi ser. Junto a mi Isabella también se encontraba en cuatro patas viéndose tan angelical con aquel pelaje blanco brillante que la caracteriza, reflejando en su mirada dolor al que tanto se ha tenido que acostumbrar desde aquella vez.
Culpable rosaba mi frente junto a la de ella demostrándole apoyo y que apreciaba mucho que estuviese a mi lado justo en un momento tan desafortunado como este.
En cuestión de nada comencé a aullar varias veces con los ojos cerrados. Mientras que Isabella y yo estuvimos expectantes esperando que la diosa luna se presentara frente a nosotros en espíritu.
Continúe aullando con los ojos cerrados repetidas veces. Hasta que ella por fin apareció tan preciosa como esperaba. Se hizo presente en cuatro patas justo detrás del cuerpo sin vida de Sebastián y Megan con su característico pelaje dorado, grande y de ojos azules muy brillantes. Estaba seria frente a nosotros, viendo silenciosamente el cuerpo de los dos hermanos. Hasta que posiciono sus ojos frente a los míos, con el semblante sin nada de expresión. Haciéndome sentir más preocupado de lo que ya estaba.
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El Trono de Queenstown © ✔ - Editando**
WerewolfHace algunos años mi familia comenzó a educarme sobre la existencia de creaturas sobrenaturales que también habitaban en el pueblo de Queenstown donde nuestros antepasados por seguridad a nuestra especie comenzaron hacer sus vidas, sobre todo porque...