Después de dos años de no verse Eric y Jessica coinciden en Los Angeles, las cosas han cambiado y por lo tanto ellos también, será que puedan estar juntos y olvidar todo o las cosas tomen un rumbo diferente.
El asistente de mi papá se fue dejándome a solas con Bruno en la enorme y moderna sala. No podía dejar de frotar mis manos sobre mis piernas y de respirar un tanto agitada exalando por la boca.
-Relajate Jess. -No puedo, estoy muy nerviosa. -Siéntate mi amor. -Sí eso haré.
Me senté a su lado moviendo la pierna lo más rápido que podía, Bruno sólo se me quedó viendo e hizo una sonrisa sutil.
-Señorita Jess su padre ya viene. -Gracias.
No pasó ni un minuto cuando las puertas del salón se abrieron dando paso a un hombre alto, fornido de 44 años, era la misma persona que estaba en las fotografías de mi casa pero no igual de joven.
-¡Jessica! -... Pa... pá.
No me cabía duda que era él, ese hombre era mi papá; corrí por el enorme salón hasta sus brazos, Bruno se levantó del sofá viendo esa emotiva escena.
-¡Mi niña, eres tú! -¡Papá!
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-¡Mi princesa... No sabes cuanto tiempo te estuve buscando! -¡No entiendo muchas cosas! -Ya tendremos tiempo de hablarlo hija.
Nos separamos unos centímetros para vernos a los ojos, sentí como Bruno pasa su mano con suavidad por mi cintura.
-Papá, él es Bruno mi prometido.
-Mucho gusto señor. -Mucho gusto Bruno.
-¿Tú prometido? -Sí, me voy a casar. -ADYACPT... -¿Estás bien papá? -Sí hija, es que no sé que decir... Eres muy joven para eso. -Cumpliré 22 y hace un tiempo que vivimos juntos.
-Señor Williams la mesa está lista. -Gracias.
-Supuse que tendrían hambre así que pedí que nos prepararán algo de comer. -Gracias papá. -Pasen por aquí por favor.
Nos llevó por un pasillo hasta el comedor que tenía una vista increíble a un enorme jardín y un lago artificial privado.
-¿Aquí vives? -Sí, la mayor parte del tiempo estoy aquí en Roma... Tomen asiento por favor.
Nos sentamos a la mesay una mujer nos sirvió la comida y una copa de vino tinto.
-Yo no tomo alcohol. -Hija es para celebrar que nos encontramos. -Gracias pero de verdad no tomo. -Está bien.
-Pero tu sí... ¿Cierto Bruno? -Sólo una copa, gracias.
-¿Cómo fue que diste conmigo? -Contrate a muchos investigadores privados para que me ayudaran con eso, cuando supe que no habías muerto como Susan me había dicho tome la decisión de buscarte hasta encontrarte, un día mi hija Nicole te vio en una revista con tu novio en la inauguración del restaurante de su padre y supe que eras tú, desde ese momento mis investigadores se concentraron a buscarte en los lugares que frecuentaba la familia de Bruno y así hasta que dieron con tu departamento. -Esto está de locos. -Todo ha pasado tan extraño. -No entiendo como es que ahora tienes tanto dinero y está casa enorme si cuando estabas casado con mamá vivíamos en un pequeña casa. -He trabajado muy duro para conseguirlo. -Me doy cuenta. -Pero hija yo quiero saber de ti, de tu vida... -Mi vida... Mi vida fue un infierno por muchos años papá.
