Después de dos años de no verse Eric y Jessica coinciden en Los Angeles, las cosas han cambiado y por lo tanto ellos también, será que puedan estar juntos y olvidar todo o las cosas tomen un rumbo diferente.
-Papá fue a reconocer el cuerpo de Santigo. -Gracias por todo Eric. -No tienes nada que agradecer fueron dos años muy difíciles para ti y para Susan pero todo terminó. -Por fin. -¿Puedo darte un abrazo? -... Sí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Jessica. -¡Bruno! -¿Interrumpo? -No... Estábamos hablando de lo que pasó con Santiago.
Era obvio que estaba molesto por lo que vio y aunque le explicara el simplemente entendería lo que más le conviniera escuchar así que mejor deje las cosas así y pedí mi café en Starbucks mientras veía como caminaba a la salida de la cafetería.
-Jess voy a hablar con Bruno. -No, déjalo... No entendera razones así que si se molesto que se contente él sólo. -Esa es la Jess que conocí. -Esa Jessica ya no existe. -Se que debajo de esa ropa de diseñador y maquillaje costoso sigues siendo la misma. -Ahora sé que quiero formar una familia y casarme. -¿Tú? -Así es... Se que suena raro pero de verdad quiero hacerlo. -Entonces vámonos. -¿¡Qué!? -Jessica yo te amo, tomemos un vuelo a donde nadie sepa y casemonos. -Eric... No. -¿Por qué no? -Yo no te amo, yo amo a Bruno. -Jessica vámonos.
-¿Qué vas a decir a eso? -Bruno... -Lo único que quiero saber es si tú sigues enamorada de mi hermano. -¿De verdad quieres saber? -Sí. -¿Por difícil que sea escucharlo? -¡Sí Jessica! -Eres un imbécil Bruno.
Tomé mi café y salí de Starbucks a la entrada del aeropuerto, ignore a mamá y Mauricio para subir a un taxi.
-Al hotel más cercano por favor. -Claro señorita.
BRUNO Después de que Jessica salió de Starbucks corriendo yo salí tras ella pero no pude evitar que subiera al taxi.
-¿A dónde se fue Jessica? -No sé Susan. -¿Cómo que no sabes? -No sé sólo se fue.
-¿Bruno qué paso? -Discutimos por una estupidez mía papá... Llamaré a Macarena.
No sabía que hacer, la hora de la cena de Navidad se acercaba y no podía perderla por estupideces e inseguridades mías.
-HOLA. -MACARENA NECESITO QUE LOCALICES A JESSICA. -¿QUÉ PASO? -POR FAVOR LLAMALA Y ASEGURATE QUE ESTE BIEN. -YO ME ENCARGO. -GRACIAS. -TE AVISO CUALQUIER COSA. -SI MACA.
JESSICA No pensaba quedarme en el hotel para siempre, sólo fue un arranque de frustración al escuchar esas palabras de la boca de Bruno.
-Perdón, tengo que ir a otro lado, olvide el hotel y lleveme a otra direccion. -Como diga señorita. -Gracias.
Pedí que me llevará a la casa, cuando llegué aún no estaba el coche eso quería decir que no estaban en casa aún.
-Macarena. -Jessica. -¿Aún no llegan? -No... ¿En dónde estabas? -No importa... Estaré en la recámara. -No... Necesito que me ayudes a escoger mi ropa de esta noche. -Vamos entonces. -Gracias.
Paso casi media hora después de que llegué cuando escuche la voz de Bruno gritando mi nombre.
-¡JESSICA...JESS... JESSICA!
-Creo que se molestó mi hermano. -Es el menos indicado para estar molesto.
Entró al cuarto de Macarena sin tocar la puerta, me vio y corrió a abrazarme.