Dirigió una vez más una mirada mortífera a las chicas que, en un constante coro de gritos insoportables, no cesaban de empujarla en aquella cola infernal. Ni siquiera quería estar allí. Su amiga Rei, quien la había chantajeado emocionalmente para que accediera a acompañarla, saltaba ilusionada unos centímetros por delante de ella. Suspiró sonoramente al comprobar que no faltaba mucho para entrar, aquel meet & greet le iba a salir muy caro a su amiga, le debería un favor enorme e iba a encontrar la forma más dura de hacérselo pagar.
A él solían encantarle las firmas, interactuar con las fans, pero aquella tarde no estaba de humor, la horda de chicas parecía no tener fin y solo quería regresar al hotel para lograr de una vez descansar apropiadamente. Volvía a desperezarse y bostezar sin escrúpulo ninguno cuando dejaron pasar a una nueva tanda. Las examinó cuidadosamente y no tardó en percatarse de cuán fuera de lugar se encontraba una de ellas. Parecía estar allí por casualidad, sujetaba uno de sus discos descuidadamente con una mano y se la veía aburrida, casi con ganas de que todo terminase, igual que él. Mientras silenciosamente firmaba los demás pósteres y álbumes que le tendían, analizaba los movimientos de esa chica minuciosamente. Así supo que acompañaba a la persona colocada inmediatamente antes que ella, la cual lloraba emocionada y hablaba con todos, incluido él, aunque apenas era capaz de seguir el hilo de la conversación.
Finalmente el orden les llevó a encontrarse. Ella deslizó la caja del CD ante él, sin apenas echarle un vistazo. Siendo como era, seguro de sí mismo, se sintió ligeramente ofendido y decidió probar suerte con una técnica que nunca fallaba a la hora de provocar a sus fans. Buscó su mirada tenazmente hasta encontrarla para entonces apartarse el pelo de la cara con una mano, lamiéndose los labios. Esperó una reacción. No obtuvo nada.
Intrigado y boquiabierto, añadió en pleno arrebato de petulancia su número de teléfono y su usuario privado de una plataforma de mensajería instantánea.
-Ten.-Le dijo ella a su amiga en cuanto abandonaron el recinto, devolviéndole el álbum.-Me debes una.
Al día siguiente, casi sin antelación, su queridísima colega volvió a arrastrarla a una salida secreta. La llevó a una cafetería muy poco concurrida y se sentó a esperar, indicándole que se sentara frente a ella.
-¡Ahí están!-Proclamó Rei de pronto, incorporándose con demasiada efusividad para saludarles e invitarles a tomar asiento.
Aquello no lo había visto venir.
-Jeon Jungkook.-Se presentó el chico que acababa de sentarse ante ella, al lado de Rei.
-T/N, encantada.-Concedió.
Dicho esto Jungkook la ignoró y comenzó a hablar animadamente con su compañera de banco.
-Así que T/N. Está bien saberlo, ya que ayer no estabas muy habladora.-Dijo entonces él.-Kim Taehyung.
La jugada parecía haberle salido a pedir de boca: una cita doble. Cuando escribió sus datos no esperaba que quien los recibiera fuera a ser Rei, no era esa su intención en absoluto y, al ver su foto, comprendió que se había equivocado, pero no era tan estúpido como para creer que aquello no tenía solución, una muy simple. Él había propuesto quedar los cuatro, inventándose como excusa un falso interés por hacer de carabina para "un amigo". Obviamente no había especificado a quién intentaría emparejar con quién, ese era su as en la manga.
-¿Y qué te hace pensar que tengo ganas de hablar ahora?
-Ya lo estás haciendo.-Se encogió él de hombros.-Y no te queda más remedio, ¿o es que quieres estropearle la cita a Rei?
T/N le miró sospechosamente, oliéndose la argucia. Lo último que querría hacer sería hacerle daño a su amiga, pero estaba muy confusa. Rei le había hablado tanto de ese chico, le adoraba, cada día le recordaba cuánto le quería. Entonces, ¿por qué no le prestaba el más mínimo de atención? ¿Qué hacían allí? Tal vez al tenerles justo enfrente se había sentido más atraída por otro, ¿eso tenía algún sentido? ¿Era plausible? Más tarde debería preguntárselo.
