(Narra Jade)
—Pensé que estabas bien con el trato de la noche pasada— se acercó peligrosamente a mí, yo retrocedí en busca de espacio personal, pero él solamente lograba estar más cerca de mi—. No te estoy pidiendo que te enamores, has dejado muy en claro que no estas interesadas, pero solamente con que me prestes tu cuerpo está bien, y así para poder huir de nuestro destino, además...— me aprisionó contra la pared para poder susurrarme al oído—. Te aseguro que te haré sentir el mejor de los placeres si aceptas pasar la noche conmigo...
Enojada por la violación a mi espacio personal, tomé mi daga y sin dudarlo me dispuse a encajarla en su clavícula, pero al hacer un movimiento tan lento él tomó el arma impidiendo que impactara con su cuerpo. Su mano comenzó a sangrar como si fuera un humano. Él me miró con un rostro furioso, sujetó con más fuerza mi daga y me la quitó de la mano lanzándola lejos de alcance, solamente pude apreciar un rostro lleno de rabia y desaprobación.
—Dudo que quieras acostarte con alguien que intentó hacerte daño— exclamé mirándolo a los ojos sin miedo. Él no era sinónimo de temor, era solamente un sueño estúpido que quería ser grande, un niño que estaba haciendo el berrinche más estúpido e innecesario—. ¡Ya te lo dije, cualquier puta estará de acuerdo con acostarte contigo!
—Yo no son Jason— respondió con una sonrisa, causándome un nudo en la garganta y sintiendo como el aire salía de mi cuerpo. Una sonrisa se formó en su rostro en consecuencia de mi reacción al escuchar ese nombre, él sabía cómo me había impactado lo que Jason había hecho esa noche, si alguna vez estuve enamorada de él, es momento había destrozado todo sentimiento, dejándome un terrible recuerdo.
—¡No me importa quien seas! —grité dando un par de golpes sobre su pecho, causando ni siquiera un par de cosquillas con el impacto—. ¡Si, acepté en la fiesta fingir que teníamos algo, pero todos creen que Amelia tiene tu marca, así que todo plan que tenías ya es mierda!
—Cariño...— sonrió levantando su mano para acariciar mi rostro, como reflejó la sujeté intentando que rosara mi tez, pero la diferencia de fuerza era tanta que solamente logré chocar mi palma en vano—. Realmente olvidas que todo es para mi beneficio, pero te hice una promesa donde dije que nunca te haría daño, que no sería como Jason y que no rompería tu corazón.
—¡Olvido fácilmente palabras vacías y sacadas de un libro cliché! —contesté con odio sintiendo como sus amos, que alguna vez estuvieron cálidas y me acompañaron por la ciudad de noche, ahora frías y ásperas pasaban por mi rostro dejándome una sensación asquerosa.
—Es una lástima— dijo hipócritamente—. Planeaba cumplirlas, pero como las olvidaste, supongo que no está mal si hago lo que me plazca.
—¡¡Eres un...!!—exclamé a medias, pues fui callada gracias al impacto que el puño de Justin había causado en mi cabeza. Pude sentir un inmenso dolor, fue como esa noche, la noche en donde tuve el accidente con Arti. Caí al suelo teniendo conciencia, pude escuchar un sonido lleno de frustración salir de la boca del castaño, supuse que se había enojado por dejarme en mis cinco sentidos. Ante el dolor, dirigí mi mano a mi cabeza y recibí a cambio una mancha de sangre que me hizo sudar frío, había sangrado en un lugar lleno de vampiros, y aunque los Sangres Puras no mordían cuellos para obtener la sangre, no dejaba de ser una bebida deliciosa para ellos.
Giré mi cabeza para poder ver a Justin con algo de miedo, era inevitable sentirlo, me sentía como una niña. Al ver al castaño, pude observar como limpiaba parte de mi sangre de su puño, pude apreciar unos colmillos que nunca había visto en esa boca, pude ver un rostro de un monstruo, una bestia llena de sed de sangre y rencor.
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Reencarnada
VampirosSi mueres ¿en qué reencarnarías? Jade Persson es una joven que ha sufrido la pérdida del amor de su vida, siendo su único deseo, morir para acabar con su dolor. Su padre, preocupado, decide tomar cartas en el asunto, llevandola a la puerta de...