—¡Basta! ¡Aaah! —exclamé en un sollozo desgarrador, suplicando que el dolor se detuviera. Near solamente se había dedicado a provocarme dolor y agonía, llevaba más de dos noches en las mazmorras, llenando los vacíos con gritos de dolor y llanos en súplica de piedad—¡AAH! — grité de nuevo al sentir como el tacto de su mano sobre mi pecho daba una descarga eléctrica me quemaba los ejidos, mi corazón bombeaba sangre irregularmente, sentía como mi piel se quemaba y se deformaba por el paso de electrones a la carne, era una quemadura, irritaba y dolía. Todo causaba en mí un dolor horrible, todo me consumía, cada rose de Near contra mi piel era semejante a mil cuchillas y agujas clavadas en mi cuerpo, dejando cicatrices y heridas. Tenía moretones, mi cuerpo se encontraba desgarraba, me había sentido mareada por la falta de sangre en mi cuerpo, gracias a que Near no se contenía a probarla en cada vez que me hería.
Aún así, seguía de pie y eso es una virtud que muy pocos pueden adquirir.
—Resistes bien Persson— dijo con una ligera risa, al igual, pude escuchar como pronunciaba con asco mi apellido, era obvio, venía de la familia que despreció a su madre. El rostro de Near estaba manchado con mi sangre, su respiración era cortante, algo raro entre los vampiros, porque ellos no necesitaban respirar, solamente era la notoria excitación que tenía por lastimarme y causarme dolor, él encontraba el placer en el sufrimiento—.Eres una buena niña— levantó mi rostro con el filo de un cuchillo, sacándome un ligero quejido, había cortado mi barbilla—. Creo que ya es hora— sonrió.
—Vete al diablo— susurré en un intento de valentía, él sonrió soltando un suspiro, al instante su puño se impactó en mi estómago, siendo empujada contra la pared, tanta fue su fuerza que logró romper parte de las rocas con las que estaba hecha el castillo.
—Aght! — exclamé de dolor, mis dientes chocaron entre ellos, mi espalda tronó e irradió un sufrimiento tormentoso, un suplicio de tortura. Aún era humana,era inevitable sentir dolor.
—Tu valentía me ha llegado a aburrir— habló en voz baja, viéndome insignificativamente—¿Quieres entretenerte mejor?, déjame controlar tus hilos, los mejores títeres son los que dejan sus hilos sueltos.
—Ya hice el maldito trato contigo— el sabor metálico inundó mi boca, lo que más sentía era un dolor de cabeza, debido al impacto de mi cuerpo contra la pared,estaba débil, pero seguía de pie—. Haz lo que te plazca, sólo dame mi parte del trato.
—Creo que haz sido mi cliente más cuerda— se acercó a mí, tomó mi rostro rostro por primera vez con delicadeza y chocó sus labios contra los míos, me mantuve neutra el maldito rose de sus labios contra los míos causaba en mí una sola cosa: 'Asco'.
Sentir su boca invadir mi cavidad bucal era insignificante, solamente podía sentir repulsión, el mayor dolor era el que había recibido mi cuerpo.
—Tu sangre es deliciosa— sonrió como lo caracterizaba, cínico, loco y amante de la locura, era un maldito hereje disfrutando el dolor ajeno, él se alejó de mi boca—. Es dudosamente familiar, pero después de todo somos familiares, es normal reconocer el sabor de sangre de mamá, pero la tuya es sutilmente diferente, tienes que darle gracias a esa engendra que está dentro tuyo— se puso a mi altura conservando la distancia, solamente me dedicó la mirada una mirada penetrante, leyendo mi miedo y dolor, pues de seguro mi mirada solamente podía irradiar eso—. Curioso, no quiere que la vea— susurró—. ¿Tendrá miedo?
—Es una cobarde por naturaleza— escupí al suelo la saliva con sangre que aún había en mi boca, tratando de borrar el asqueroso sabor de la lengua de Near, me fue inevitable sonreír cuando el fluido ensució el zapato lustrado de Near.
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Reencarnada
VampirosSi mueres ¿en qué reencarnarías? Jade Persson es una joven que ha sufrido la pérdida del amor de su vida, siendo su único deseo, morir para acabar con su dolor. Su padre, preocupado, decide tomar cartas en el asunto, llevandola a la puerta de...