Siempre Fuiste Tú ©

Capitulo 4: Noé

Capitulo 4: "Sin Fibrosis Quística"

Nunca he estado solo, ni un completo minuto desde que nací. Siempre desee un poco de privacidad y silencio en casa cuando tenía Fibrosis Quística pero en este momento es lo que menos deseo.

Nunca me he sentido tan solo hasta en este momento que mamá y su esposo están de viaje. No puedo interrumpir a Calder ya que esta teniendo sexo salvaje con su novia Carrie y no tengo ningun amigo con el cual salir.

Creí que estas serían las mejores vacaciones pero resultaron ser las peores. No puedo creer que esté pensando esto, pero a veces extraño tener FQ. Claro, tiene ciertas ventajas no tener esa enfermedad cómo eh, respirar bien, o ya no lucir cómo un niño con cancer pero con cabello. Ahora soy guapo, bueno, eso es lo que dicen las amigas de Carrie, pero lo unico que yo veo es un hombre en proceso de ganar unas cuantas libras, cuando antes era un flacucho recién curado de la misma muerte.

Suelto un suspiro rodando en la cama y camino hacia el baño. Sostengo la respiración cuando lanzo agua hacia mi rostro y luego inhalo una gran cantidad de aire con una sonrisa. A quien engaño, se siente malditamente genial poder respirar bien.

Ignoro las ojeras de mis ojos y entro a la ducha para bañarme. Cuando salgo, me pongo unos joggers antes de colocarme frente al espejo.

Trazo mi dedo en forma horizontal por la cicatriz curada que demuestra que tengo nuevos pulmones y niego con la cabeza alejandome del espejo para colocarme una camiseta.

Agarro mi celular despues de terminar de cambiarme y decido molestar a Calder y Carrie por celular pero cuando ninguno de los dos me contesta agarro el auto de madre para manejar hasta Nueva Jersey.

Disfruto del viaje hasta la casa de Calder y sonrío feliz cuando veo su auto. Al fin no estaré solo. Camino hacia la puerta y la abro sin avisar, abro los ojos volteandome al instante en que veo a Carrie y Calder en una escena comprometedora. Cuando sigo escuchando los gemidos y besos, ruedo los ojos y me doy la vuelta lentamente para anunciar mi llegada.

-No, no se preocupen por mi, adoro ver porno en la vida real-al escuchar el grito de Carrie y la maldición de Calder, reprimo una sonrisa con ganas de reir.

-¿Qué mierda estas haciendo aquí?-me grita Calder cuando Carrie ya esta tapada de pies a cabeza. Sonrío divertido y decido hacerlo enfadar más.

-Extraño a mi primo-digo haciendo puchero y tal vez, solo tal vez, diciendo un poco la verdad. En realidad solo extraño la presencia de alguien a mi lado. He decidido que ser una persona solitaria no es lo mío.

-Noé-dice Calder molesto y alzo ambas manos al tener la sensación de que podría recibir un golpe.

-De acuerdo-digo lentamente tratando de pensar en una excusa-Estoy aquí para pedirte el número de las amigas de Carrie. Estoy decidiendo quién es la mejor pretendiente. No puedo decidirme por qué todas son sexys y no te enojes conmigo, estuve llamándote pero no contestabas tú celular, ahora ya se por qué-murmuro eso último para no recibir un golpe.

-¿Es tan importante que tuviste que venir a interrumpir?-dice molesto y me encojo de hombros. ¿Y yo que voy a saber si tú y tu novia ya han decidido llegar a la tercera base?

-Hey ¿Alguna vez fuiste un chico enfermo con problemas en el pulmón que no podía ligar con chicas ya que todas pensaban que eras un chico raro pero cuando finalmente estás sano y, sin presumir, pero muy sexy-me señalo a mi mismo sonriendo engreido y le guiño un ojo a Carrie, quién aun parece estar muriendose de la vergüenza. De verdad estoy muy orgulloso de lo que he logrado en estos años sin mi enfermedad. Ahora ya no parece que me estoy muriendo y de hecho, estoy ganando músculo desde que empecé a ir al gimnasio y comencé a entrenar con Cal-No lo puede hacer por que sus primo es un maldito desconsiderado?-llevo mi mano a mi pecho y Calder me fulmina con la mirada hasta que camina hacia Carrie y le murmura algo, toma su celular y siento el mío vibrar. Calder se acerca a mi y me empuja hacia la salida.