Siempre Fuiste Tú ©

Capítulo 6: Noé

Capítulo 6: "Hipopótamos, elefantes, púlpos y...¿Thea?

-¿Creen que la doctora nos odie? Porque tiene esa cara de "quiero matarlos pero no puedo por que me pagan por cuidar internos"-veo a los chicos, Zane y Pepper, quienes asienten de acuerdo conmigo.

Nosotros tres somos compañeros desde que comenzamos a estudiar Biología en NYU y en toda la carrera nunca nos hemos separado. Somos un buen trío, siempre nos equilibramos.

Pepper es la sabia de los tres, es quien nos dice que tan estúpidos estamos siendo Zane y yo, la cuerda de los tres. Zane es el divertido, siempre dice algo que te hace reír, el carismático y el pegamento del grupo, él es el que nos une cuando tenemos una discusión y luego estoy yo, él hombre que siempre tiene un comentario sarcástico que decir y él que los obliga a salir de su zona de confort.

Juntos somos, el equipo de los tres súper ñoños. Okay no, hemos estado hablando de qué nombre ponernos pero nunca estamos de acuerdo, todos las ideas de nombres que Zane tiene son pésimos. Pepper solo nos observa y nos insulta y yo pues, realmente no soy muy bueno con los nombres.

-¿Qué están esperando? ¿A que los animales se escapen y busquen por sí solos que comer? ¡Muévanse!-nos grita la doctora y los tres rápidamente nos movemos.

-Me voy al otro lado chicos-dice Pepper-La doctora nos asignó en grupos y al parecer, me toca cuidar animales con una chica del extranjero-rueda los ojos molesta por tener que crear conversación con una persona desconocida-Solo espero que no sea una creída, y la verdad no está dando tan buena impresión llegando tarde-suelta un bufido y se despide de nosotros corriendo hacia el otro lado del zoo.

-Siempre tan linda-dice Zane con sarcasmo cuando Pepper se va. Suelto una risa.

-Mejor hay que apurarnos antes de que la doctora, con sus poderes de bruja, se dé cuenta que no estamos trabajando-Zane se estremece.

-Bruja si es-dice en tono divertido y palmea mi espalda antes de irse al área de los leones.

Decido alimentar primero a los Hipopótamos, dándole tres sandías a cada uno y disfruto viendo con atención cómo tienen la fuerza en su mandíbula para destrozar una sandía sin ningún esfuerzo. Abro la verja, viendo hacia todas partes para que no me descubran y camino hacia unas rocas cerca de los hipopótamos.

Al principio parecen ignorarme pero uno de ellos, comienza a nadar hacia mi con lentitud y me alejo con precaución. Hace un sonido extraño abriendo su boca, mostrándome sus dientes y me sobresalto cayendo de culo en las rocas y botando por accidente la mochila en donde están las comidas de los animales.

La última sandía que traía en la bolsa rueda hacia el agua y él hipopótamo con alergia la destroza en su boca. Suelto un jadeo sorprendido y río. Esto estará perfecto en mi informe. "Los hipopótamos son lo suficientemente inteligentes para asustar a un humano por comida". Suelto otra risa levantándome y recogiendo mi bolsa para irme hacia dónde los elefantes.

Ellos son más tranquilos y cariñosos. Ya que cuando les coloco la frutas, raíces y todo tipo de plantas comestibles. Se acercan a mi, algunos jugando con mi rostro, colocando sus trompas y otros metiendo con curiosidad su trompa en mi bolsa. Río cuando uno me hace cosquillas en la oreja mientras les vacío la gran pila y vuelvo a colocar agua.

Acaricio la trompa de los que puedo hasta que veo mi reloj y me doy cuenta que aun me falta alimentar a los pulpos. Corro lo más que puedo hacia él área de los acuarios y observo las cubetas de cangrejos, peces y ciertos moluscos. Hay pocos pulpos, así que a cada uno les doy una gran porción de comida. Algunos de ellos no se mueven al principio, pero uno en particular, nada para pelear con un cangrejo que lucha por su vida. Obviamente, el cangrejo murió al recibir la tinta del pulpo que lo confundió, y el pulpo comienza a comérselo.