¿Alguna vez han escuchado el extraño caso de los niños de ojos negros? Los invito a que lo busquen por Internet, hay mucho registrado sobre ellos; y es que a pesar de que se les considera una leyenda urbana, lo cierto es que hay varias denuncias a la policía.. reales, respecto a esto.
Sin embargo, si los niños de ojos de ojos negros son especialmente conocidos el día de hoy, es porque a mediados de los años 90 decidieron meterse con la persona equivocada.
Este hombre fue muy valiente en dar a conocer este caso.
Él es un hombre mayor, y en aquel entonces también era mayor, pero unos cuantos años menos.
Es un periodista, y por eso la historia que estoy a punto de contarles goza de especiales detalles que un ojo entrenado puede captar.
Estados Unidos.
Ciudad de Gateville, La Florida.
Eran las 11 de la noche, hacía frió, y el señor estaba saliendo del mall.
Había estado reunido en un café con su editor.
Como Gateville, no es una ciudad grande, mas bien parece un pueblo cercano a Orlando, a esas horas y en un día cualquiera de semana las calles ya están vacías; imaginen un centro comercial enorme con estacionamiento gigante, mas aun en Estados Unidos.
Su auto esta a lo lejos, el único que queda.
El camina exhalando vapor blanco, mete la manos en su bolsillo para sacar las llaves del auto, abre la puerta y finalmente entra y se acomoda en la silla, levanta su brazo y enciende la luz del techo del vehículo para poder revisar sus notas.
El no escucho murmullos.
El no escucho pasos.
El no los oyó llegar.
Es por eso que se sorprendió mucho, cuando sobre la ventana del auto escucho tres golpes.
El hombre gira la cabeza, y ve a través de su ventana a dos niños.
No deben tener mas de 12 o 13 años, ambos tienen abrigos grandes, y sobre las cabezas tienen la capucha del abrigo impidiendo mostrar del todo su rostro.
Era algo raro, sobre todo en la noche.
Pero en un país como Estados Unidos, y estarán de acuerdo con esto todas las personas que hayan visitado ese país o que vivan ahí, es un sitio donde lo raro se diluye mucho.
Así que esto no le llama particularmente la atención.
Lo que le llama la atención es lo siguiente:
"Disculpe la molestia señor, muy buenas noches tenga usted."
"Mi amigo y yo acabamos de salir del cine, estamos preocupados porque no pasa ningún autobús y no tenemos como volver a casa. Agradecería que tuviera usted la amabilidad de abrirnos la puerta y que nos deje en nuestros hogares."
El hombre frunce el entrecejo, y por si ustedes no lo han notado, hay algo que a el le llama poderosamente la atención, y eso es el vocabulario que emplea ese muchacho.
Algo rarisimo de ver en un niño, algo incluso inaudito.
Hay niños educados, si se les busca bien.
Pero este tenia un dominio muy grande, se expresaba con palabras señoriales, incluso majestuosas.
Mientras que su compañero, que tenía la cara muy pálida y llena de pecas, no decía una sola palabra.