Caramelo

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Aveces cosas tan simples pueden ser tan malinterpretadas que, fácilmente, se tornan en tragedias. Muchas veces alguien que no tiene mucho tiempo debido al acecho de algo, o esta lo suficientemente asustado para modular mas palabras es capaz de solo decir algunas palabras.. lo que quiera decir puede ser un misterio, pero depende de la interpretación de esto el resultado: algo bueno, o algo terrible.

La niña caminaba con su osito de peluche por un pasillo en su casa, de noche. Siguió por el pasillo hasta llegar a la habitación de su madre, que dormía tranquilamente. 

La pequeña primero vio que en la mesita de noche, a lado de la cama, había una foto de ella junto con su perro, y luego vio a su madre.. luego de un momento se acerco para decirle:

-¿Mamá?- 

Dijo la niña.

-¿Que sucede?- 

Le responde la madre al despertar.

-Mamá, el conejo de pascuas se está comiendo mi caramelo.- 

Respondió la niña.   

-Corazón por favor, déjame dormir. Vuelve a tu habitación.- 

Dijo la madre, muy cansada.

-Pero mamá, está abajo comiéndose mi caramelo.- 

Contestó la niña, aterrada.

-Tuviste un sueño. El conejo de pascuas le da caramelos a los niños, no se los quita. Ve a dormir a tu cama.- 

Dijo la madre, acostándose de nuevo.

La pequeña, triste por la respuesta de su madre, se dispuso a volver a su cama a dormir. Bajó las escaleras y vio un ser horripilante, negro y lleno de sangre en toda la cara, devorando un gran trozo de carne. 

La niña, con los ojos llorosos, veía como el ser comía y se llenaba los dientes de sangre.. aterrada y hundida completamente en el pánico, le dijo a la criatura: 

-Mamá me dijo que volviera a la cama.- 

Dijo la niña.

El monstruo, repentinamente, se dio vuelta, y le contestó a la aterrada niñita: 

-Buena idea, nena. Todavía no es tu turno. Voy a comer un poco mas y entonces seguiré contigo.-

La niña miró al piso y vio los trozos de carne, destrozados en el piso dentro de un charco de sangre. Siguió estos rastros solo para descubrir el collar de su perro, que decía "Caramelo"

La pequeña, tras verlo, cerró los ojos.

Y una lágrima recorrió su cara.

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